PRI: sin curul y con Pizano

El PRI, mal y de malas. A la derrota electoral de julio que lo arrojó hasta la cuarta posición como fuerza política por primera vez en su historia, una cascada de tropiezos son los que ha sumado la dirigencia estatal que encabeza Ramiro Hernández García y en la que, como secretaria general, Mariana Fernández Ramírez ha visto pasar por la presidencia, además, a José Socorro Velázquez y Héctor Pizano Ramos.

Al éxodo de militantes –que abierta o veladamente se han sumado a las filas de los partidos Movimiento Ciudadano o Morena–, que se ha convertido para los priístas en el pan nuestro de cada día, y que al parecer no se frenará sino hasta finalizado el año, según lo pronosticó la propia Fernández Ramírez, al PRI se le suman derrotas que simplemente lo hunden más en las aguas pantanosas del desprestigio y que, por supuesto, en nada le ayudan para levantar el ánimo de sus afiliados y simpatizantes.

Solamente en los últimos días podemos anotarle tres reveses: 1. El fracaso de su consulta entre la militancia, en la que participó menos de 1 por ciento; 2. La resolución de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de retirarle la diputación plurinominal que le había asignado el Tribunal Estatal para dejarlo con sólo cuatro legisladores; y 3. La decisión de la misma Sala Regional de desechar por unanimidad los juicios interpuestos por un grupo de militantes para sustituir a Héctor Pizano Ramos como diputado plurinominal.

De la consulta y de la asamblea estatal celebrada para dar a conocer los resultados me referí en las dos pasadas entregas, pero ayer se registraron los otros dos tropiezos propinados por la Sala Regional del TEPJF y que, además, uno de ellos afectó de paso a Morena que perdió una diputación, la de Óscar Nicolás García Lomelí –que se perfilaba para ser el coordinador de la bancada–, y la ganó el PAN a quien el Tribunal Electoral de Jalisco le había quitado una curul.

La Sala Regional le enmendó ayer la plana al Tribunal Electoral del estado, que días atrás le concedió al PRI una diputación que le permitía al ex secretario particular del gobernador, Manuel Alfaro Lozano, integrarse a la próxima bancada, y se la quitaba al PAN, lo que dejaba fuera de la siguiente Legislatura a Hernán Cortés Berumen.

Los magistrados de la Sala Regional no sólo le regresaron una curul al PAN –la de Cortés Berumen– sino dos, pues decidieron quitarle una diputación a Morena, lo que permite la llegada de la siguiente en la lista plurinominal, Verónica González. O sea que el PRI vuelve a quedarse con cuatro diputados: Mariana Fernández, Héctor Pizano, Sofía García y Jesús Zúñiga.

El segundo revés de la Sala Superior fue propinado a un grupo de priístas, alentados y avalados por la dirigencia, que solicitaron la sustitución del ex dirigente Pizano Ramos como diputado plurinominal electo. Pero los magistrados no tuvieron materia al respecto, pues el también ex secretario del Trabajo no ha presentado su renuncia al PRI y mucho menos ha oficializado su integración al partido o a la fracción parlamentaria de MC. Héctor Pizano sigue siendo priísta, aunque a muchos de sus detractores no les guste.

Quienes conocen de asuntos electorales pronosticaron a tiempo que la asignación de una quinta curul al PRI no era procedente, pero los magistrados estatales aseguraron que no fueron presionados para concedérsela. Los primeros auguraron que la Sala Regional rectificaría al Tribunal estatal. Y así sucedió y se espera que sea ratificada por la Sala Superior si llegase a esta instancia.

Todo parece indicar que el PRI trae la suerte de espalda, pero la dirigencia no se da cuenta de los errores en los que ha incurrido y, reitero, se ha dedicado a buscar quién se la pague sin un dejo de autocrítica.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I