Exposici�n de Drifo y Runek provocar� m�s grafitis

El grafiti ayuda a repensar la ciudad. Lo que sucedió con los jóvenes que taggearon el Tren Ligero provocará que este fenómeno se extienda porque les dieron una mayor exposición, coinciden especialistas y grafiteros.

“Lo que buscan los escritores de grafiti es visibilidad: dejar su nombre en la mayor cantidad de lugares posibles. En este caso específico este tsunami inmediato les puso en bandeja de plata lo que ellos están buscando: si al momento en que se percataron de que había un grafiti en los vagones los hubieran limpiado sin hacer ruido, los grafiteros hubieran fracasado rotundamente, las personas que en sus casas ven que aparece grafiti y lo borran inmediatamente están parando esta manifestación en su etapa vandálica o destructiva”, afirmó el doctor en Ciudad y Territorio de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Alberto Peredo Pozos.

Para el investigador y profesor del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) a Drifo y Runek no se les pudo haber premiado mejor.

Gustavo tiene alrededor una década dedicándose a hacer grafiti, aunque hoy su obra plástica se expone en varias salas de la ciudad. Según sus cálculos al menos 50 personas salen a las calles a hacer grafiti de diferentes tipos en Guadalajara.

Afirma que con el arresto no va a detener el grafiti en la calle sino al contrario: “De hecho me he dado cuenta de que cuando pasan eventos como este luego surge una ola de grafiti nueva de jóvenes que se dejan influenciar por eso”.

Daniel, otro grafitero, es más contundente para explicar el fenómeno. “Ni aunque pusieran pena de muerte dejaría de haber grafiti ilegal. Al contrario se destaparía más”.

Peredo Pozos señaló que la reacción social que provocó este evento “deja ver la ignorancia por parte de las instituciones y de la sociedad sobre los tipos de grafiti que hay, ya que no se puede meter en una sola bolsa a las diferentes formas del arte público… por otro lado, deja de manifiesto el fracaso de los sistemas de seguridad institucionales y gubernamentales: estamos viendo que el vagón está a la mano de cualquiera”.

Patricia Urzúa, ex directora del Museo de Arte Raúl Anguiano (Mura), tiene un visión desde la cultura al respecto. “El grafiti de manera ilegal va a seguir sucediendo, ojalá diéramos a conocer mejor los espacios patrimoniales, mostrarles que esos edificios son suyos también y restaurarlos cuesta su propio dinero, ojalá hubiera un tema ordenado para no ir en detrimento del arte urbano, pero sí de la agresión del patrimonio”.

Aunque haya pena de muerte

Gustavo explicó en entrevista que lo que lo mueve durante las madrugadas en que hace su labor es la adrenalina.

Critica que los espacios para el arte urbano que otorgan los ayuntamientos no son suficientes y acota respecto a su compañeros detenidos: “Todos sabemos quiénes andamos en esto, por eso nos sorprendió la rapidez de la fiscalía. Todos sabemos dónde venden droga, dónde hay prostitución, dónde hay robos y no hacen nada porque esos negocios les dan dinero. Quienes hacen rayas, no”.

A Daniel le gustó lo que pasó en la Línea 3. “No me importan ese tipo de comentarios negativos. Se ha avanzado bastante en el tema del grafiti y el arte urbano en la ciudad, se hacen debates y mesas de diálogo. Guadalajara es una de las ciudades que está en su mejor momento para estas prácticas, la gente lo acepta mejor. Tengo ocho años que me dedico a hacer grafiti”.

Explica Gustavo que hay diferentes tipos de grafitis. Con mensajes estéticos o políticos, aquellos que visibilizan lugares o tienen el objetivo de marcar territorios entre barrios y de pandillas. “El error está en pensar que todos son iguales”.

Para Peredo Pozos este es un asunto generacional: “(Las instituciones) les pueden dar mil muros a los grafiteros, pero quienes los van a utilizar serán los estratos dentro del mundo del grafiti, los más experimentados, sobre todo los que integren una propuesta más figurativa, con composición, color y proporción, mientras que los que comienzan están más o menos ubicados entre la primaria y la secundaria. Niños entre 9 y 12 años que ya comienzan a comprar artículos para hacer grafiti”.

Para dimensionar el fenómeno, en el primer semestre de 2014, el periodista de Arturo Ramírez Gallo reportó para Milenio que en Guadalajara se borraron 125 mil metros cuadrados en muros y 400 metros cuadrados en carretera. Mientras que Zapopan, en el mismo periodo, se intervinieron más de 190 mil metros cuadrados: 27 mil 847 piezas de grafiti.

Grafitis llaman al rescate

Michelle López es una artista plástica que ha colaborado en varios momentos con grafiteros y artistas urbanos de la ciudad durante varios años, aunque no está de acuerdo con las formas en las que se expresaron los grafiteros de la L3 dijo que esta coyuntura es ideal para repensar cómo vemos la ciudad. “Cómo es posible que hayan arrestado a unos grafiteros tan rápido y no encuentren a asaltantes y asesinos en la ciudad y el estado. Es una llamada de atención a que de verdad tenemos que actuar desde la cultura y la educación para enseñarles a los jóvenes otras formas de expresarse… cuando hay lugares abandonados o arrumbados el grafiti llama un poco la atención al rescate de esos espacios”.

Peredo Pozos piensa de manera similar. Para él no es el grafiti el problema en sí mismo porque es una manifestación de otro problema más profundo. “Hace que las personas vean algo que antes era invisible. Nos está sirviendo como indicador de abandono, de lugares poco transitados, poco visitados, podría incluso ser útil en ese sentido, los grafiteros van escaneando la ciudad para encontrar lugares potenciales en donde trabajar y en donde no van a hacer fácil que lo borren. La observan mejor que muchos ciudadanos”.

El fenómeno de los grafiteros de la L3

Esta semana la conversación pública, al menos en redes sociales, se enfocó en dos jóvenes que burlaron la seguridad y grabaron con aerosol sus tags en los vagones del Tren Ligero.

Siteur decidió poner a los dos jóvenes a limpiar su obra en un evento público. El acto se transmitió en vivo a través del Facebook oficial de varios organismos públicos.

Un día después el presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus, invitó a los dos jóvenes a su programa Zapopan Rifa para intervenir varios de los muros del panteón municipal sobre avenida Laureles. “Querían expresar muchas cosas que tienen adentro… pero lo hicieron de la forma incorrecta”, dijo el primer edil del municipio. Los dos grafiteros, que se identificaron con las firmas Drifo y Runek, se disculparon con la ciudadanía. Alejandra Carrillo

64.8 % por ciento de la población de 18 años y más atestiguó vandalismo en hogares y negocios de la ciudad (el grafiti forma parte de estas prácticas), ello según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que realizó el Inegi durante el tercer trimestre de 2018, en Guadalajara

27 mil 847 piezas de grafiti se borraron en Zapopan en 2014

“Lo que buscan los escritores de grafiti es visibilidad: dejar su nombre en la mayor cantidad de lugares posibles”

Alberto Peredo Pozos, doctor en Ciudad y Territorio y profesor del CUAAD

“Me he dado cuenta de que cuando pasan eventos como este luego surge una ola de grafiti nueva de jóvenes que se dejan influenciar por eso”

Gustavo, grafitero

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