El trabajo diario entre el arte y la noticia

2018-04-14 19:42:15

Labor. El monero, ya reconocido como Qucho en la ciudad, toma su nombre del personaje de la caricatura Don Gato. (Foto: M�nika Neufeld).

Fútbol, política y sociedad son los temas que aborda el monero político Saúl Herrera, autodenominado Qucho, quien hace sus caricaturas buscando un equilibrio entre el dibujo y la noticia. Su labor es que un lector pueda identificar de manera más amplia la crítica hacia temas de importancia local o nacional.

A pesar del camino complicado que ha recorrido en los medios de comunicación, muchos de los que ha visto también cerrar, Qucho dice que no cambia su independencia y la libertad de dibujar los temas que a él le importan, por nada.

NTR. ¿Cómo comenzó tu inquietud por el dibujo?

Saúl Herrera (SH). Algunos amigos caricaturistas sostienen que todos sabemos dibujar, desde niños, la onda es que lo que nos dedicamos a esto le seguimos aunque muchos lo dejan de hacer. Siempre tuve un gusto por el dibujo, aunque nunca supe que me podía dedicar a esto, se me fueron dando las cosas. Mi bisabuelo es mi antecedente, él se dedicó a hacer dibujos en El Universal, pero en realidad no me veía a mí mismo como caricaturista. Cuando comencé a estudiar artes en la Universidad de Guadalajara, a mi familia como que no le gustó, o se preguntaban de qué podía vivir; me acuerdo que un primo me recomendó irme a vender mis dibujos ahí afuera del Degollado. Me veía como pintor, me gustaba pintar paisajes y acuarelas, pero también me gustaba el dibujo.

NTR. ¿Recuerdas las lecturas que te inspiraron a dedicarte a la caricatura política?

SH. En mi casa siempre había revistas políticas como Proceso y los libros de Rius, me gustaban mucho los dibujos que veía ahí así que comencé a imitarlos. Era una inquietud que tenía y algún día se me ocurrió llevar mi carpeta a un periódico, a Siglo 21 y me contrataron. Para mí fue sorpresivo, por supuesto no me lo esperaba. Tenía 20 años. Una amiga trabajaba ahí de recepcionista, fue cuando las oportunidades de trabajo ahí se abrieron porque muchos se fueron a fundar otro periódico. Los moneros de la ciudad eran como perpetuos. Estaban los de casa en cada periódico y casi tenías que esperar que murieran (ríe) para aspirar a una oportunidad. Ahora hay blogs y puedes hacer tu propia página.

NTR. ¿Dejaste tus inquietudes más artísticas por eso?

SH. Sí. Me enfoqué en el tema noticioso, siendo estudiante trabajaba en una carpintería industrial, cuando me ofrecieron chamba tenía miedo de que como a muchos compañeros quisieran pagarme sólo publicándome con la promesa de que me haría famoso, pero tuve la fortuna de que me pagaran, no mucho, pero de alguna manera ya viviría de lo que quería hacer. De vez en cuando lo seguí haciendo, pero ya lo dejé definitivamente porque no tengo mucho tiempo, trabajo en varios medios de comunicación, aún tengo mis acuarelas guardadas y pienso que un día podría retomarlo o hasta volver a la escuela, porque me sentí tan rockstar que no lo terminé.

NTR. Han pasado 20 años ¿qué dirías que conservaste durante todo este tiempo?

SH. Las herramientas que utilizo hoy son muy diferentes a las que usaba hace 20 años. La magia del cartón, de sentir la emoción de mandarlo a la redacción y verlo al día siguiente impreso sigue siendo la misma. A principio era mucho más emocionante, hoy a veces ni quiero verlo antes de mandarlo. Antes me gustaba mucho la dinámica de convivir con los reporteros y nutrirte ahí de la información, ahora estás desde casa y tienes que buscar otros medios, pero en esencia siguen siendo las mismas ganas y la misma emoción de publicar y expresar tus ideas.

NTR. ¿Dirías que tu trabajo es más artístico o más informativo?

SH. Ambas. Tienes que nutrirte de la información y aparte a mí, como a muchos moneros, nos interesa agregar más de arte o diseño a su trabajo. Un buen dibujo, si no es un buen chiste, no es un cartón. No tiene mucha razón de ser: siempre parto de la búsqueda de equilibrar bien el arte con el concepto. Cuando juntas las dos cosas pues ya lo hiciste, pero es complicado, es una búsqueda de todos los días. Por ejemplo a mí los cartones que más me gustan hacer son los que no necesitan texto y eso también admiro a los trabajos que hacen otros caricaturistas, al final este es nuestro trabajo que cualquiera pueda entender un mensaje que a nosotros nos importa. Trato siempre de que sea una idea que todos pueden entender.

NTR. Además de tu influencia por Naranjo, Rius y Falcón ¿qué otras cosas dirías que te inspiran?

SH. A veces siento que caigo en el exceso de usar referencias cinematográficas en los dibujos, me gusta mucho el cine, aunque ahora no tengo mucha oportunidad de ir. Pero recurro mucho por ejemplo a Stanley Kubrick, se me hace una referencia muy padre, me encanta los colores que usaba, todo el arte de sus películas me gusta dibujarlo: echo mano de El resplandor, creo que he hecho muchos cartones de esa película, también de Naranja Mecánica, a lo mejor a la gente la enfado, pero les gusta. También echo mano de música, discos que me representan, son mis pequeños homenajes. Se vale echar mano de todo eso.

NTR. ¿Te consideras un artista?

SH. No sé. Yo no me considero un artista, incluso veo mis dibujos y no me gustan tanto, pero trato de ponerles todo el empeño posible a cada dibujo y busco hacer algo diferente todos los días. Recuerdo cuando veía los dibujos de Naranjo y me daba la impresión de que no sobraba ninguna línea. A veces veo a mis monos y me quedo como frustrado. Eso para mí sí es arte, lo que yo hago creo que es más humilde si una persona considera que es arte pues muchas gracias, todo lo que hago lo hago lo mejor que puedo.

FV/I

 
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