Ureña cumple en cierre

Llegó a su fin la Feria de San Isidro 2018 de la Plaza de Toros Las Ventas, de Madrid. El coleta español Paco Ureña lidió ayer su segunda corrida con una digna actuación que lo pone en los ojos del ambiente taurino internacional y, aunque son trofeos, Paco dejó en claro el sitio, pundonor y oficio que le han abierto puertas en las plazas del mundo.

El ibérico lidió con el segundo toro mejor del encierro, un astado de la ganadería de Victoriano Martín que mereció palmas en el arrastre.

Con poder, oficio e inteligencia, Ureña se empleó en una faena de poder, valor y entrega que regaló a la afición tandas de mucha valía, pues en general, los seis de esta casa ganadera exigieron a los coletas poder y mente.

Tandas de mérito ligó el español con los dos de su lote, aunque el segundo de su turno no tuvo las cualidades necesarias.

A pesar de ello, Ureña estuvo insistente, interpretando el toreo que el burel exigía y así firmar una faena de lucha ante un deslucido astado que acabó por robar las ilusiones del corte de orejas, pero no así de dejar una actuación de poder y dignidad, con un sitio ganado a pulso.

Escuchó saludos y ovaciones en sus dos actuaciones, con el reconocimiento de la afición a su labor.

En silencio se fueron tanto Manuel Escribano como Emilio de Justo, quienes no tuvieron opciones para el buen toreo dado el mal juego de los astados de su lote, que se fueron entre pitos y silencio tres de ellos, y uno más que mereció palmas, pero que Emilio no supo entender y se enfrió en una faena que pasó desapercibida.

Así llegó a su fin San Isidro, con una tarde sin triunfo, pero con una penúltima corrida de triunfo e historia, en las que el rejoneador Diego Ventura cortó un rabo en una tarde para el recuerdo.

JJ/I