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Un bufete de siete microteatros

Abanico. La obra, fragmentada en pequeñas anécdotas, tiene fuertes tintes de crítica política y religiosa. (Foto: Especial)

Los siete pecados capitales son una buena medida para observar la actualidad de una sociedad. Sobre todo de una donde los preceptos católicos siguen siendo la medida de las cosas. En este tenor, la obra Peccata Mundi, original del director español Juan Manuel Molina, busca reflejar a nuestra sociedad y la de España en una propuesta crítica política y religiosa a la sociedad y a sus poderes.

Las compañías tapatías Cultura Mercadológica e Híbrido Teatro y la española Iberoteca realizaron esta producción. El guion fue escrito en conjunto primero con la mancuerna de dramaturgos Teófilo Guerrero y Alejandro Herrera.

El director comentó que, una vez que se construyó la dramaturgia a través de los dos escritores que abordaron tres pecados cada uno y el último a través de las aportaciones del propio elenco y su propia percepción, decidieron montar la obra conformada por siete microteatros distintos, cada uno de un género.

“Las ideas y aportaciones de parte de los actores y los dramaturgos se fueron construyendo hasta llegar entre todos los textos definitivos”, dijo Molina en entrevista. “Era importante que todos aportáramos y aprendiéramos algo. Fue como una cooperativa cultural con muchas ideas en donde elegimos las que nos parecieron más importantes. Hay siete pequeñas obras de microteatro independientes unas de otras, como un bufete teatral donde puedes degustar varios tipos de platillos”.

La ira está representada con pantomima; la soberbia con un poema al estilo del Siglo de Oro español; la lujuria es un cabaret clásico; la gula es una opereta italiana con arias adaptadas al tema, y la avaricia es una pieza de teatro documental sobre ratas, por ejemplo.

Conformado por Alex Morán, Mario Iván Cervantes, Judith Hernández y Elizabeth Solís, el elenco enfrenta el reto de abordar en una sola pieza y cada noche siete registros dramáticos tan distintos y distantes el uno del otro. Salir del traje de monje y convertirse en drag queen. Cantar ópera y luego recitar sonetos.

Los pecados capitales hablan, según la tradición católica de los vicios del hombre. El objetivo de esta pieza es cuestionarlos y que el espectador a su vez se cuestione al respecto. Que piense que quizás la pereza o la lujuria no son vicios del todo sino privilegios que se ha ganado el hombre en el neoliberalismo, o que la avaricia hoy está insertada sobre todo en la clase política que utiliza el puesto de un servidor público para ensanchar sus arcas. Que la soberbia es la raíz del clasismo, el racismo y el machismo que impera en la modernidad. Que todo fuera de los límites puede acercarse a algo parecido a un pecado.

“A mí este catálogo del hombre que hizo la Iglesia no me parece tan acertado”, dijo Molina.

La obra tiene en sus próximos planes a futuro hacer una gira por España y por Bolivia, entre otros países que tienen en la mira.

Asiste

Esta obra se presentará todos los jueves y viernes de junio en el Teatro Experimental de Jalisco a las 20:30 horas, y su temporada comenzó la semana pasada. Los boletos están a la venta en taquillas del teatro

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FRASE

“Las ideas y aportaciones de parte de los actores y los dramaturgos se fueron construyendo hasta llegar entre todos los textos definitivos”
Juan Manuel Molina, director

JJ/I