INICIO > SHOW
A-  | A  | A+

Como pez en el agua

Filme. Cerulia inicia un viaje para despedirse de la casa donde pasó su niñez, pero los recuerdos y la presencia de sus abuelos no la dejarán partir.

Cuando el dolor, la rabia o el miedo deben salir, Sofía Carrillo lo hace de una manera peculiar: con un cortometraje.

Los proyectos de la animadora de stop motion son válvulas de escape donde dice lo que su alma quiere gritar y donde los personajes tienen un trasfondo.

“Yo le debo mucho, sino es que prácticamente todo, a mis papás. Los dos son pintores y veía cómo cada uno tenía un universo muy particular, mi papá se la pasaba en el estudio y mi mamá también, yo me sentaba a su lado y a veces me retrataba”, recordó Sofía Carrillo.

“Tuve acceso a muchos libros de pintura y al primer mundo al que me acerqué fue al visual, las imágenes detonaban en mí historias”.

Con sus dos hermanas también fue ejerciendo la imaginación con los juegos creativos que se inventaban.

Otra influencia para Sofía fue ver a los 7 años un extracto de La mascota, un corto ruso de los años 20 en el que una niña pobre quiere una naranja, su madre hace muñecos y uno de ellos cobra vida y se dedica a buscar la naranja; es una historia triste.

“Eso hizo explotar mi mente, yo como millones de niños sólo había visto animación de Disney, pero eso generó un impacto en mí. Yo era muy fantasiosa, amaba dibujar y escribir para escapar de la realidad”.

Ya en la preparatoria quería ser escritora y realizaba cuentos, que muchas veces partían de una imagen.

Al escoger una carrera estaba entre sociología, ser pintora o escritora y encontró un plan de estudios en la Universidad de Guadalajara que era nuevo: Artes Visuales en el Departamento de Imagen y Sonido (DIS).

Antes hizo un curso porque siempre se preguntaba cómo le hacían para animar, y su maestra fue Cecilia Navarro, quien tiene una colección de animación gigante y para Sofía fue delicioso ver lo que se hacía a nivel mundial.

“Después del curso con Ceci supe que ese era mi mundo. Me sentí por primera vez como pez en el agua, yo no era ni popular, ni común, ni fiestera. En la carrera conocí a personas que pensaban como yo”.

“Cuando empecé a realizar mis proyectos era porque necesitaba decir algo, me movía el sentimiento, necesitaban salir en esa forma”.

La primera muerte significativa en su vida quedó en un corto, donde exploró estética, técnicas de animación, pero sobre todo, sacó su pánico por el tema.

Con Prita Noire (2011) inició con una escultura que no tenía manos, pues sentía que le faltaba a ella técnica y le sucedían cosas en su vida, tenía una reflexión sobre la feminidad y el no poder hacer ciertas cosas por ser mujer.

Fuera de control’ era mi tesis y llegó hasta Sundance, pero Prita tenía que ser mejor y fue un proceso maravilloso”, añadió Sofía.

“Muchas veces no me espero a tener el presupuesto adecuado, y en mí es urgencia decir algo, así que modifico cosas de producción, pero salen”.

La casa triste (2013) es la historia de una familia contada a través de objetos encontrados en bazares de antigüedades, donaciones y mercados de pulgas.

“Ahí retomo parte de mi historia. Mi mamá es coleccionista de muñecas y objetos antiguos, y yo hacía dirección de arte, y fue un proceso en conjunto. Fue inevitable preguntarme la historia de los objetos, quién era su dueño”, platicó Sofía.

“También en ese tiempo en la familia tuvimos tres muertes en un lapso de seis meses y todos por cáncer. Estaba a punto de casarme y fue inevitable preguntarme qué pasaba y dar un paso más en mi vida, así que fue liberador ese corto hecho casi sin presupuesto”.

Después llegó El corazón del sastre (2014), donde un viejo sastre viaja alrededor del mundo en la búsqueda de los latidos de su corazón. Es una adaptación del cuento de Txabi Arnal y Cecilia Varela.

En Cerulia (2017), el personaje principal inicia un viaje para despedirse de la casa de su niñez, pero los recuerdos y la presencia de los abuelos no la dejan partir.

“Tuve un presupuesto más grande, mi puppet está armado con León Fernández, hicimos cosas más grandes y tuve colaboradores, nuevos procesos. La condenada (Cerulia) ha andado por todos los festivales, es una gran compañerita”.

Sofía actualmente está en la Ciudad de México, escribiendo un guion, y después regresará a Guadalajara para preproducir el teaser. Claro, siempre rodeada de sus historias, de sus recuerdos y de sus hermanas que trabajan con ella en vestuario para los personajes.

_________________

FRASE

“Cuando empecé a realizar mis proyectos era porque necesitaba decir algo, me movía el sentimiento, necesitaban salir en esa forma”

“Muchas veces no me espero a tener el presupuesto adecuado, y en mí es urgencia decir algo, así que modifico cosas de producción, pero salen”
Sofía Carrillo, cineasta

Cerulia le da un Ariel

Reconocimiento. Sofía Carrillo está feliz, ya que recibió el Ariel a Mejor Cortometraje de Animación por Cerulia (2017).

Pero esto no es novedad en su carrera, ya que en 2012 lo ganó por el corto Prita Noire.

Filmado con la técnica de stop motion, Cerulia es su séptimo corto como directora.

“Me emocionó recibir el premio en el Bellas Artes, un lugar hermoso y con toda la comunidad cinematográfica unida en un espacio. Formo parte del lado de la animación, pero es increíble estar con los actores, directores, fotógrafos”.

Personalidad. Sofía actualmente está en la Ciudad de México, escribiendo un guion, pero pronto regresará a Guadalajara.
___________

“Me siento orgullosa de ser tapatía y de ser animadora stop motion. Es como si fuera una denominación de origen, como el tequila. La gente dice que es un semillero de animadores y así lo veo”, comentó.

“En mi agradecimiento recordé cuando estudié cine en Guadalajara y lo que ahora está pasando en la ciudad con los estudiantes de cine. Creo que fue importante para mí pensar en esa otra parte, no quisiera que nadie pasara por un episodio así”, finalizó. Lizeth Villegas

¿Qué sigue para Sofía?

La carrera de Sofía no para, pues ya se encuentra en la edición de su primer cortometraje con actores.

“Lo hice en marzo de este año. Es mi primera experimentación seria con actores. Ya había tenido acercamientos en la escuela. Estoy editando, muy emocionada de ver este otro mundo. Para un animador es muy complejo conseguir el material para contar la historia, pasan meses, años, y con actores lo tuve en una semana”, adelantó.

En el corto, que se filmó en Jesús María, de Los Altos de Jalisco, actúan Susana Romo, Michelle Betancourt, Marisol Padilla Sánchez y Christian Dávalos.

JJ/I