Ya es hora

Terminó. Hasta el 1 de julio después de las 18 horas, nada de temas proselitistas ni de propaganda electoral que, por cierto, a estas horas ya es basura.

Fueron 90 días de campaña en los que, según los números del INE, más de 3 mil concesionarios de radio y televisión transmitieron casi 23 millones de spots, unos 82 mensajes por día.

Fueron 90 días de escuchar hablar de fifís, de la mafia del poder, del uso ilegal de instancias gubernamentales, de modernidad contra ideas del pasado, de casos de corrupción que salpicaron a casi todos, de mochar manos, de soltar al tigre y hasta al diablo.

También fueron 90 días en los que la cifra de asesinatos de políticos, algunos de ellos candidatos a un puesto de elección popular, fue aumentando, mientras la autoridad electoral intentó salvar la situación con el argumento de que la violencia ya estaba y los candidatos y partidos se limitaron a externar condolencias.

En sus cierres de campañas, los candidatos madrugaron para declararse ganadores. Hablaron de un triunfo contundente con el voto útil, de una transformación radical como la Independencia o la Reforma o la Revolución, del riesgo de la alternativa autoritaria, de un gobierno con valores e integridad probada, de un cambio de mentalidad para hacer a un lado a los políticos.

Si desde ya asumen la victoria, entonces es fácil imaginar que lo que seguirá el día después, y durante muchos días más, serán los alegatos por fraude.

Vale la pena el repaso para el domingo con la fabulosa y apabullante información que suelen dar los números: en esta elección federal y local se elegirán 18 mil 299 cargos de elección popular, de los cuales 629 son federales, uno es el Presidente, más 500 diputados federales y 128 senadores.

El resto son los gobernadores en ocho estados más el jefe de Gobierno capitalino, diputados locales, alcaldes y presidentes municipales, y concejales, entre otros.

En todo el país se instalarán 156 mil 800 casillas electorales, que serán atendidas por 1.4 millones de ciudadanos que han sido debidamente capacitados como funcionarios de casilla.

De acuerdo con la Comisión Temporal del Voto de los Mexicanos en el Extranjero, como nunca en la historia del país se han recibido 90 mil 292 sobres voto de regreso de un total de 181 mil 256 paisanos que residen en el exterior, pero que pidieron su registro y conforman la lista nominal.

La lista nominal de todo el país es de poco más de 89 millones de mexicanos potencialmente votantes, de los cuales 15 millones entre 18 y 24 años por primera vez votarán por Presidente de la República.

Visto lo anterior, si no ha terminado de caer el veinte, pues ya es hora. Va en serio eso de que hay que reflexionar en este periodo de veda y hay que hacerlo largo y tendido. Hasta vale el cliché de que es mucho lo que está en juego como para salir a votar con el estómago y no con razonamientos bien estructurados. Hay que desintoxicarse de la polarización y pensarle.

Ojalá que el domingo sea, como dice el INE, una fiesta cívica. Que ese porcentaje de indecisos que aparece en las encuestas no elija la abstención y que salga a las casillas como se sale a la calle a celebrar a la selección. Con lo que resulte habremos de funcionar, ¡cómo de que no!, y mientras tanto se vale ver los programas favoritos sin spots ni ataques políticos.

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JJ/I