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Wikipolítica: a regar el bosque

Demasiada tinta y megabytes han corrido a partir de que fueron dados a conocer los resultados preliminares de las elecciones del 1 de julio. Quien más quien menos ha intentado explicar el ahora llamado efecto AMLO, que se vio cristalizado en la aplanadora en que se convirtió Morena.

Excepción hecha de la elección presidencial, Jalisco fue uno de los estados que sirvieron como dique para contener la ola tinta y más bien se dejó mecer por el movimiento naranja: Movimiento Ciudadano sacó buenos dividendos en la gubernatura, los municipios de la Zona Metropolitana de Guadalajara y el Congreso local. Como saldo, la pregunta constante es: ¿qué pasó con Pedro Kumamoto y los candidatos a diputados por Wikipolítica? La primera respuesta es simple: no pasó nada: ambiciosos, los jóvenes quisieron constituirse como una bancada en el Congreso de Jalisco, colocar tres posiciones en el federal y a Kumamoto en el Senado, pero al final no les alcanzó y se fueron con las manos vacías, al menos en términos de las metas planteadas.

Muchas han sido las teorías que buscan explicar la nula cosecha de Wikipolítica en general y de Kumamoto en particular: que si fueron demasiado fresas, demasiado egocéntricos, demasiado virtuales; en el caso de Pedro, que si le ganó el ego, que si pecó de tibio, que si la guerra sucia, etcétera. Pero lo cierto es que, al revisar con lupa, resulta que Pedro Kumamoto no perdió: al último corte del PREP el 2 de julio a las 21 horas, la fórmula de Wikipolítica sumaba 598 mil 424 votos, seguida por la fórmula de Morena, con 552 mil 601 sufragios y, detrás, la fórmula de MC, con 507 mil 474. ¿Qué pasó entonces? Que Pedro Kumamoto y Juanita Delgado iban solos, y sus contendientes se vieron favorecidos por las alianzas antinatura: la de Morena con el PES y el PT; la de MC con el PAN y el PRD. Lo mismo pasó en el distrito 8 federal, cuyo candidato, Pablo Montaño, reunió más votos que los partidos en lo individual, pero se vio rebasado por alianzas y coaliciones. En una competencia desigual, el esfuerzo titánico de los independientes se vio afectado por el pragmatismo de los partidos políticos que, dejando de lado cualquier lógica ideológica, hicieron alianzas con un objetivo claro: supervivir y aferrarse a la política de siempre.

El reto que sigue para los jóvenes de Wikipolítica no es menor: si bien han demostrado una manera diferente de hacer política –cercana a la gente, sudando, desgastando la suela de los tenis en el concreto y en la tierra–, vienen tres años en los que tendrán que consolidarse sin el reflector público y encontrar estrategias para ser oposición fuera de la escena.

Al final sí sembraron un bosque de cientos de miles de votos. Ahora les toca regarlo, alimentarlo y esperar que dentro de tres años, en las elecciones intermedias, pueda comenzar a dar frutos.

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JJ/I