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Hallan yugo totonaco en Tamaulipas y Veracruz

Pieza. Tiene labradas dos cabezas humanas en sus remates. (Foto: Especial)

En tiempos prehispánicos y dentro de muchas culturas mesoamericanas, quienes participaban en juegos de pelota usaban una vestimenta cuya base era un aditamento con forma de U, hecho de madera, cuero o algodón, el cual ceñían a sus caderas a fin de golpear la pelota con seguridad. Los yugos, como se les denomina, eran a veces replicados en piedra y utilizados con fines rituales, aunque hoy día son piezas poco frecuentes incluso en contextos y sitios ceremoniales.

Por ello, es relevante el hallazgo, producto de labores de salvamento arqueológico emprendidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de un yugo de piedra gris que durante siglos y sin estar asociado a arquitectura monumental u ofrenda alguna, permaneció bajo un terreno cercano al municipio de Tamiahua, en Veracruz.

El arqueólogo Gabino López Arenas, coordinador del proyecto de salvamento en la obra del Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, precisó que se trata de un objeto tallado en granito y con dimensiones de 40.5 centímetros de largo, 37 cm de ancho y 10 cm de espesor.

“Presenta bajorrelieves con forma de grecas en sus caras externas y superior, y una cabeza de serpiente y un cascabel en sus lados. Sus dos remates tienen labradas cabezas humanas que miran en sentido opuesto, y su curvatura externa tiene un rostro con rasgos felinos”, dijo.

La pieza, que representaría a un ofidio, es de estilo totonaco y su antigüedad oscila entre los periodos Preclásico (350 a.C. a 200 d.C.) y Clásico (200 a 650 d. C.), con base en tiestos cerámicos recabados en el sitio denominado Estero Milpillas. Aunque no se encontraron entierros ni construcciones asociadas, una teoría es que su colocación pudo deberse a su proximidad a la laguna de Tamiahua.

Al detallar sobre las labores de salvamento, Gabino López explicó que el proyecto inició en enero de 2017, a fin de explorar los 760 kilómetros de largo y 25 metros de ancho que el ducto tiene como derecho de vía. De éstos, 73 km son terrestres y 687 km marinos, por lo cual se hizo un sondeo con radar en la parte marítima; mismo que estuvo a cargo de Roberto Junco, subdirector de Arqueología Subacuática del INAH, y concluyó que no existen pecios en el tramo referido.

En la parte terrestre se inspeccionaron superficies y se hicieron pozos de sondeo previo al desmonte y la nivelación a cargo de la constructora. Así se ubicaron 41 sitios arqueológicos (uno cerca de Altamira, Tamaulipas, y el resto en Veracruz), definidos por la presencia mayor o menor de material cerámico, lítico o de restos humanos y de especies animales, pues solo en dos casos –ninguno de los cuales será afectado por la obra– se detectaron alineaciones de piedra que habrían sido cimientos de antiguas construcciones.

fv/i