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Cuando el frío florece las emociones


Hace 12 años llegaron por primera vez a Guadalajara, y como entonces, las caras de los presentes en Slava’s Snow Show siguió siendo la misma: de asombro y felicidad.

Se apagan las luces y el silencio de más de 2 mil 200 personas fue total. Todos aguardaban la llegada de ese payaso de traje amarillo, quien los llevó por un arcoíris de sentimientos y quien no necesitó hablar para robarles el corazón.

La noche del miércoles arrancó la gira de Slava’s en Guadalajara y culminará el 18 de julio, ofreciendo10 funciones que derretirán a niños, adultos y personas de la tercera edad, que sólo en eventos así pueden disfrutar a la par.

El show no ha cambiado mucho su formato. Un payaso de color amarillo inicia la función con una cuerda en el cuello y dejando a cada espectador que forme su propia historia, utilizando su imaginación, ya que de ahí comienza una travesía por un lugar donde media docena de payasos en traje color verde le harán ver que se vale reír, pese a todo.

“Nunca había visto a mi marido como hoy, nunca. Y mira que llevamos 35 años juntos, parecía un niño, las carcajadas se oían hasta arriba, me da mucha alegría verlo tan feliz”, dijo Rosa antes de subir al transporte que los regresaría a casa tras el show.

Y sí, fueron cientos los que por hora y media volvieron a reír y a divertirse como niños, ya que en este show, la tecnología no es parte fundamental, al contrario, un sketch con unos teléfonos viejos, de esos con disco para marcar, y los gruñidos del payaso amarillo, provocaron carcajadas por minutos.

Y qué decir de una telaraña que uno de los protagonistas quería limpiar del escenario y terminó en una de más de 50 metros que enredó a todo el público, causando risas e interacción.

Aquellos que pagaron mil 300 por estar en las primeras filas, fueron víctimas de las travesuras de los clowns rusos, pues los mojaron, los llenaron de papeles, de burbujas, se subieron a sus asientos y todo fue celebrado por el público.

Lo curioso de este show es que los payasos verdes, entre acto y acto e incluso en el final del show, no se van del escenario mientras la gente siga jugando, interactuando.

La música demostró que se trataba de un show, donde se ve al clown como un arte, donde música clásica puede combinarse con rutinas de comedia, y donde el buen gusto nunca se pierde.

El final no tiene comparación, una tormenta de papeles, literal, llega al público de toda la planta baja, la tormenta y el frío se pueden imaginar.

Llega el final, la gran ovación, un público de pie que agradece un momento único, de esos que se guardan en el corazón y se atesoran.

Ecológico

Slava’s Snow Show se preocupa por reciclar y reutilizar todo el material que utilizan durante las funciones, es por ello que niegan el paso de alimentos y bebidas a la sala

Entrega

Los payasos verdes, entre acto y acto e incluso en el final del show, no se van del escenario mientras la gente siga jugando

JJ/I