Quinto Patio

Damos fe notarial de nuestra cara de sorpresa, porque, a ver, que alguien nos explique cómo es que en el reciente examen aplicado para el reparto de las fiat ¡lo reprobaron dos notarios públicos y una corredora pública! Nos quedamos de a seis al conocer los resultados. ¿No estudiaron? ¿Se les olvidó el acordeón? ¿El examen está reteduro, como hecho por un profe gruñón, malora y come alumnos? ¿Nadie les sopló al oído? ¿Ni por piedad alguien les dio una ayudadita? ¿No son hijos de altos funcionarios como para que los asesoraran?

Los que presentaron el examen debieron obtener una calificación mínima de ocho, como sucede en muchos posgrados no patito que exigen un alto estándar de estudio a sus alumnos. Bueno, la cosa es que al no tener la calificación necesaria se quedarán donde están. Nomás por preguntones, pensamos si, ¿debieron participar en un círculo de estudio con ex funcionarios o hijos de ex funcionarios para no hacer el oso? ¿O bien no pertenecer al círculo de estudio, pero sí estar en el círculo cercano de los que tienen influencias? Porque hay de círculos a círculos.

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¿Tan mal los han tratado las autoridades? Bueno, mejor ni respondemos la pregunta. Esto viene a colación de que algunos wixaritari no quieren ser jaliscienses. Así, como se lee. Tres personas, quienes dijeron ser comuneros de San Andrés Cohamiata, situado en Mezquitic, en donde actualmente existe una problemática limítrofe tras un decreto que publicó Nayarit donde anexa parte del territorio de esta comunidad, interpusieron un juicio de amparo, ya que al parecer no quieren que las tierras queden del lado jalisciense.

Sin embargo, los que parecen ser comuneros probablemente se queden con el deseo de ser nayaritas, ya que de acuerdo con diputados de la Comisión de Asuntos Indígenas, lo que determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la controversia constitucional que presentó el gobierno de Jalisco, de que la cosas deben guardar el estado que tienen, está por encima de cualquier juicio de amparo. O sea, tendrán que aprenderse y cantar aquella que dice “Ay, Jalisco, Jalisco, tú tienes tu novia que es Guadalajaaaaaraaaa…”.

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Oigan, se nos murió otro caballito, de esos que jalan calandrias en Guadalajara. Resulta que se desplomó el miércoles en pleno Centro Histórico, frente al Museo Regional, y ayer le hacían la autopsia. El ayuntamiento ya interpuso una denuncia penal contra quien resulte responsable, aunque aún se desconocen las causas de la muerte del animal.

Lo anterior desató de nuevo el debate sobre el trato y la suerte de los caballos, las calandrias jaladas por estas bestias, las calandrias eléctricas, los propios calandrieros, que se encuentran divididos, y las agrupaciones defensoras de animales. Tooooodo un tema que se discutió ampliamente en redes sociales, en medios informativos, y que empezó a retomarse con bastante pasión.

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Los delincuentes no respetan nada: ni vidas ni edades ni clases sociales ni niños, ni sufrimientos… Nada. Uno de los cientos de miles de ejemplos padecidos en Jalisco fue cuando dejó víctimas inocentes el violento ataque perpetrado el 21 de mayo contra el entonces secretario del Trabajo y Previsión Social, Luis Carlos Nájera, y su escolta. Durante la persecución de los agresores murió un empleado que pasaba por la zona, además de que los malhechores asesinaron al bebé Tadeo, de apenas 8 meses, y dejaron grave a su mamá, quemada casi totalmente, al incendiar el camión en el que viajaban.

Pues bien, la Comisión Estatal de Derechos Humanos emitió ayer una recomendación dirigida al fiscal general, Raúl Sánchez, y al comisario de seguridad zapopano, Roberto Alarcón, para que se atienda a las víctimas directas e indirectas, que reciban reparación integral de los daños, con servicios médicos y psicológicos, entre otros puntos. Tras deliberar en plenario, esta vecindad sostiene la siguiente tesis: la deshumanización de las bandas y los delincuentes hacia los jaliscienses debiera contraponerse con una gran humanización de las instituciones y los funcionarios que atienden a víctimas.

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JJ/I