Carta a los deportistas de Barranquilla

Dicen que las cartas son para expresarle al destinatario lo que se deba decir hasta que se acabe el aliento sin que cause remisión. Y es así como ésta misiva va dirigida a todos los deportistas mexicanos que sufrieron colapsos intermitentes por falta de apoyo federado en esta larga refriega en la que se ha convertido tener el impulso completo para lograr sus metas.

Lo pasado ya pasó, con malas decisiones de la gente de pantalón largo, enterándose de sus atracos mientras los deportistas sufrían por campamentos de fogueo, con equipo técnico deficiente o incluso teniendo apoyo de sus dirigentes, viajes o equipamiento nuevo, como sea, malo o bueno, todo ya pasó y ahora es el momento de ganar sin nada que perder, sabedores de lo mucho que tienen para dar sin la ansiedad de tener que triunfar por compromiso.

Recuerden su infancia en esos gimnasios, albercas y parques en los que, mientras otros jugaban a ser grandes, ustedes entrenaban como grandes. Saben que son extraordinarios y por eso llegaron a Barranquilla, la sede de los Juegos Centroamericanos, para muchos el punto de inicio al Olimpo.

Activen su fuerza de voluntad y permitan que su espiritualidad cualquiera que sea se exprese a través de sus acciones. Respiren profundo y mantengan la calma, pero sobre todo disfruten lo que ya entrenaron muchas veces, la sonrisa con la que subirán al podio.

Renuncien a la inquietud, dejen de lados las expectativas y llénense de la abundante buena energía de todo un país que como si fueran sus seres más cercanos en el núcleo de su familia, se sienten identificados aunque los vean por primera vez.

No fue gratuito llegar a donde están, por ello pueden estar felices y agradecidos con esta oportunidad que deben tomar como si fuese la última, así piensan los mejores guerreros, dicen los especialistas.

Las palabras cuerpo, mente y corazón, parecen gastadas en un mundo donde la gloria sólo se recuerda en un podio que para muchos en los últimos años ciertamente se ha negado por falta de apoyos, pero por más que se lime el contexto siempre queda la dureza de tomarlo como pretexto. 

Jamás se rindan, no hay tiempo para lamentarse, las cosas pasan como tienen que pasar, no hay nada grave para un triunfador, solo victorias y experiencia.

Esto apenas comienza y el corazón debe estar latiendo fuerte porque ésta n o es una misión, es su convicción.

@PatyPenia

JJ/I