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Expectativa monetaria

Mañana, jueves 2 de agosto, el Banco de México anunciará la tasa de interés de referencia que prevalecerá hasta el 3 de octubre. La expectativa en los mercados nacionales es que la tasa de interés en operaciones de fondeo interbancario a un día llegará a 8 por ciento. Esta expectativa se justifica en buena medida por la aceleración de la inflación nacional y por el alza en las tasas de interés de Estados Unidos.

Muy probablemente, el incremento en la tasa de referencia tendrá efectos negativos sobre la economía mexicana. Las tasas de interés nacionales se incrementarán, se reducirá el acceso al crédito y crecerán los costos del financiamiento. Así, habrá menores niveles de consumo, inversión y empleo durante el tercer trimestre del año. Más aun, se reajustarán a la baja los pronósticos de crecimiento del PIB

Los movimientos de las tasas de interés también tendrán efectos en los mercados financieros. Así, habrá aumentos en los rendimientos de los bonos, de los instrumentos de renta fija y de los depósitos bancarios. Asimismo, los portafolios de inversión tendrán a ajustarse para contrarrestar los riesgos de mercado. De hecho, es posible que se revierta la revaluación del peso observada en julio.

En mi opinión, los efectos de la política monetaria dependerán de que hubiera estabilidad cambiaria. Solo así, las tasas de referencia podrían inducir la revaluación temporal del peso e incentivar la entrada de dólares a la economía. Incluso es posible que los mercados de dinero, por ajuste de oferta y demanda, tendieran a reducir las tasas de interés; lo cual, en el mediano plazo, preservaría la producción de bienes y servicios nacionales.

Sin embargo, se perdiera la estabilidad cambiaria, las tasas de referencia podrían tener efectos recesivos en la economía. Esto ocurriría porque la revaluación del peso abarataría las importaciones y encarecería las exportaciones; i.e. disminuiría la competitividad de la economía. Además, bajo dichas circunstancias, el ajuste de los mercados de dinero y cambiarios reduciría, todavía más, la producción de bienes y servicios.    

Por estas razones, resulta fundamental garantizar la estabilidad cambiaria. Los efectos económicos y financieros de incrementar las tasas de referencia dependerán de dicha estabilidad. Por estas razones, las tasas de referencia y los movimientos cambiarios debieran seguirse con mucho cuidado. Sin estabilidad cambiaria, la economía mexicana experimentará severas dificultades en el mediano plazo.

Antonio Ruiz Porras: [email protected]

JJ/I