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El TLCAN no ha muerto

La salud del TLCAN ha mejorado. Con las elecciones de julio y su resultado, las posturas del equipo negociador mexicano han cambiado. Antes de las elecciones sabíamos que las negociaciones estaban estancadas, prácticamente tanto en Estados Unidos como en México, ambos gobiernos estaban cerrando las cortinas respecto a lograr un resultado rápido en la versión mejorada del TLCAN.

Con el cambio de equipo gobernante, parece ser que ha inyectado nuevos impulsos a las negociaciones y esto ha quitado parte de la incertidumbre que envolvía a la economía mexicana desde que Trump llegó a la presidencia.

Al parecer, una de las primeras victorias que se anotará Andrés Manuel aún antes de llegar a la presidencia será el lograr la firma de un renovado acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Es cierto que aún no hay certezas de nada, pero es de señalar el importante cambio en el ambiente respecto al futuro del tratado. Mientras que hace unas semanas se le daba por muerto, hoy hay un franco espíritu de renovación y de optimismo en ambos lados.

Si se concretara, no dudemos que veremos que nuestro peso mexicano comienza a recibir menos presiones y logra ganarle varios centavos al dólar. Lo que pondría al dólar mucho más cercano de los 18 pesos, que de los 21 que se temían con la subida de López Obrador al poder.

Muchos detalles no son públicos aún, pero se especula que el equipo de López Obrador es mucho más flexible en cuanto a los temas que mantenían atoradas las negociaciones. Primero el tema de la frontera sur y de que México estaría dispuesto a colaborar en los requerimientos de seguridad fronteriza que les importan a los norteamericanos.

Y en segundo lugar, el tema de las reglas de origen y los porcentajes de componentes de la zona en la industria automotriz. Mientras que Estados Unidos pedía un porcentaje alto, en México se pedía que no subiera.

Al final quizá sea la mejor solución. Si México es ya una potencia armadora de autos a nivel mundial, contar o no con el porcentaje requerido de componentes del área solamente se reflejaría en un incremento en aranceles que terminaría pagando el consumidor norteamericano final.

Sin duda, un nuevo TLCAN firmado sería la mejor plataforma de arranque de gobierno que hubiera soñado Andrés Manuel.

Twitter: @Israel_Macias

JJ/I