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Remesas y deuda

La deuda pública que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto heredará al de Andrés Manuel López Obrador será el principal riesgo económico para la próxima administración que se verá presionada en sus posibilidades de expansión del gasto, especialmente en el de inversión.

El monto de la deuda es de un muy elevado 45.5 por ciento sobre el PIB nacional, estimado para finales de este año, lo que significa más de 535 mil millones de dólares o 9.9 billones de pesos.

Para dimensionar las cifras podemos citar otra muy positiva para el país que es la de las remesas de mexicanos en el extranjero, especialmente Estados Unidos, que para finales de este año se calcula superen los 31 mil millones de dólares y que son literalmente el sustento de millones de mexicanos.

Estas remesas que en el primer semestre de este año subieron 12.22 por ciento en relación al mismo periodo de 2017 y son las más altas de la historia, representan el esfuerzo de millones de connacionales por solventar las necesidades de sus familias aquí, pero apenas equivale a 5.8 por ciento de lo que el país debe.

En cinco años el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), que agrupa todas las obligaciones financieras contraídas por el Gobierno Federal, creció 8.8 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB).

Es decir, la deuda del sector público federal pasó de 37.2 por ciento del PIB a 46 por ciento en 2017, y se estima quede en 2018 en 45.5 por ciento, lo que significará que los mexicanos, incluidos recién nacidos, deban 80 mil pesos cada uno.

¡Qué éxito económico el de Peña Nieto!

AHORROS

Ahora sí parece que las renegociaciones del TLCAN llegarán a su fin en este mes para ser firmado por Peña Nieto, aunque los acuerdos finales sean por obra y gracia del equipo negociador de Andrés Manuel López Obrador.

De comprometerse Washington a no eliminar el capítulo 20, donde se regulan casos de resolución de controversias Estado–Estado y no incorporar la cláusula sunset, en el sentido de que el TLCAN terminaría automáticamente cada quinquenio, el acuerdo tendría luz verde.

En contrapartida se harían concesiones en materia de reglas de origen, como en la incorporación del elemento laboral; en el aumento del contenido regional y en el incremento del uso de ciertos metales locales en la producción de vehículos automotores. Todo en la industria automotriz.

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JJ/I