Bancos ricos, país pobre

En el segundo trimestre de este año, el producto interno bruto (PIB) del país reportó una variación negativa de 0.2 por ciento, en relación al periodo anterior pero ello no fue obstáculo para que la banca obtuviera utilidades récord por 89 mil 133 millones de pesos.

La paradoja de bancos ricos y país pobre se da en un marco de amplia concentración bancaria, las cinco instituciones crediticias más grandes se llevaron 76.08 por ciento de las ganancias totales del sistema, esto es 67 mil 820 millones de pesos, más de tres de cada cuatro pesos ganados.

Bancomer, Banorte, Santander, Banamex e Inbursa son en la práctica los dueños de la banca en México, pero sólo BBVA Bancomer se lleva casi 30 por ciento de las utilidades totales del sistema bancario mexicano con 26 mil 485 millones de pesos de ganancia.

En contrario, de acuerdo con la información hecha pública por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el aumento de casi 15 por ciento en las utilidades de los bancos se alcanza con un alza en la cartera de crédito de menos de 6 por ciento, más baja de la lograda el año pasado de 6.3 por ciento.

Las cifras hablan por sí solas: más ganancias pero menos crédito, banca rica país pobre, bancos acaudalados usuarios empobrecidos. ¿Dónde quedó la bolita?

AHORROS

Interesante, aunque riesgosa, es la propuesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador en materia de fiscalización anunciada en Monterrey (donde instalará el SAT) ante los grandes capitanes de empresa de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra).

Dice AMLO que el nuevo esquema de cobro de impuestos se basará en tenerle confianza al ciudadano, en lugar de tratarlo como a un delincuente, lo que es muy loable pero sí es indispensable tener un sistema tributario eficiente, porque de ello depende la operación del gobierno.

Quizá por ello el futuro presidente no dio fecha de entrada para retornar al esquema de declaración anual, en lugar de la mensual parcial actual y que la fiscalización será por sorteo y no general.

Por lo pronto el año entrante no habrá cambios en la Ley de Ingresos, en tanto se estudia sesudamente cómo se operará en el futuro, pues es sabido lo proclive que son los contribuyentes físicos o morales a la evasión y a la elusión de impuestos, que ahora sólo se deberán denominar contribuciones, según el tabasqueño.

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JJ/I