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Atlas, la tormenta que viene

Rafael Márquez ha tomado sus primeras dos decisiones importantes como presidente deportivo del Atlas.

Primero, despedir de la dirección técnica a Gerardo Espinoza, y después elegir al sucesor que él ha considerado es el idóneo para dirigir los destinos del primer equipo.

Sin duda, Márquez habrá evaluado una y otra vez los pros y contras del primer paso que debía dar; si continuar confiando en un técnico joven y formado en la cantera rojinegra como Espinoza con la ventaja que durante dos años no habrá descenso en la Primera División, y por lo tanto se podría pensar en un proyecto a largo plazo para darle tiempo a madurar.

De seguir, tal vez Espinoza hubiera encontrado el rumbo, tendría tiempo de experimentar al mover y quitar piezas hasta acertar en los jugadores que entendieran su idea. El otro escenario era que el equipo seguiría en picada lo que provocaría una ruptura inevitable por mucho tiempo con la afición.

Al vislumbrar un futuro oscuro, Rafa optó por darle las gracias a Espinoza e ir por la segunda asignatura: escoger al entrenador ideal para el proyecto pretendido de recuperar la cantera rojinegra.

Márquez sabía de antemano que su maestro admirado Ricardo La Volpe está descartado no solo porque ya tiene trabajo con el Pyramids de Egipto sino porque en la cúpula rojinegra no pasan por alto el escándalo en que se vio envuelto el argentino al ser acusado por un presunto acoso sexual a la podóloga de Chivas.

Por ello apuntó en su libreta a tres conocidos. El primero era Juan Manuel Lillo, un técnico español de quien Pep Guardiola ha dicho que es su maestro. El segundo era Ángel Guillermo Hoyos; y el tercero Jorge Almirón, ex jugador de Atlas de 1997 a 1999, y que además es candidato a dirigir a la selección de Argentina.

Rafa se decidió por Hoyos, un argentino cuyo plus es haber dirigido en Fuerzas Básicas del Barcelona a Messi, Piqué, Busquets, y Pedro, entre varios más; a lo que se suman un título de liga con el Bolívar de Bolivia, y otro con la Universidad de Chile.

Hoyos llegará a un futbol desconocido, y contrario a lo que muchos sudamericanos piensan no siempre es tan sencillo como aparenta a la distancia, y mucho menos un club tan volátil como Atlas en el que su actual propietario no se ha destacado por su estabilidad en los proyectos que emprende.

El tiempo dirá si Rafa acertó o no.

@ofares72

JJ/I