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Polanco, cercado por la violencia


En Lomas de Polanco, comentaron vecinos entrevistados, hay de todo: incluso lo que no se busca. Para muestra, añadieron, se puede visitar el tianguis que se instala los miércoles y domingos sobre la calle Ramón Alcorta, el cual se extiende por más de 1.5 kilómetros; su tradicional mercado y una gran variedad de negocios distribuidos entre las múltiples arterías del barrio.

No obstante, dentro de este vecindario ubicado al suroeste de Guadalajara también se pueden ubicar un significativo número de inconvenientes originados por la inseguridad y la violencia. 

De hecho, los habitantes de esta demarcación concuerdan en que no existe un solo día de la semana en que no suceda algo en el barrio, ya sea un gran festejo con calles cerradas a mitad de la tarde o un asesinato múltiple en el silencio de la noche.

Para bien o para mal, Lomas de Polanco es atravesada por tres de las avenidas más importantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara: 8 de Julio, López de Legazpi y Colón; y según datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG), tiene una población aproximada de 24 mil 765 personas.

INCIDENCIA DELICTIVA

De acuerdo con las cifras preliminares de delitos provenientes de las averiguaciones previas y/o carpetas de investigación iniciadas en las agencias del Ministerio Público y reportadas a la plataforma Seguridad Map de la Fiscalía General del Estado (FGE), en esta colonia se interpusieron 226 denuncias durante 2017, entre las que resaltan 49 por lesiones dolosas, 39 por robo de vehículos particulares y 35 por atraco a negocios.

Mientras que en lo que va del año, hasta julio, se han denunciado 132 actos delictivos, entre los que destacan 24 reportes por atraco de autos, al igual que las agresiones físicas, seguidos por 20 asaltos a negocios. A la par de estos ilícitos, en el mismo lapso de 2018 se han registrado ocho homicidios en la colonia.

A MERCED DE LA DELINCUENCIA

Desde la década de 1980, Lomas de Polanco comenzó adquirir una infame reputación debido al creciente número de pandillas, las cuales tenían presencia en casi cada calle de la zona, entre las que resaltaban La Twenty, Los Gingas, La 14, Los Maseros y La 36. Desde entonces, la inseguridad y la violencia se incrementaron en la zona al punto de normalizarse.

Con el paso del tiempo el barrio adoptó nuevas cargas como la prostitución, la venta de drogas y el origen de grupos del crimen organizado.

En tan solo una cuadra, vecinos señalaron tres domicilios dedicados a la venta de estupefacientes, en donde, al hacer un recorrido, se logró observar la entrada y salida de personas, algunas de ellas menores de edad, quienes a través de un chiflido o cierto número de toque a las puertas eran atendidos por sus inquilinos.

Existen puntos donde la venta de drogas se maneja de manera más controlada y discreta; no obstante, hay otros donde esta actividad se lleva a cabo de forma expuesta, incluso algunas fincas funcionan como área de venta y consumo.

Además de los problemas que acarrea, Lomas de Polanco se encuentra cerca de algunas colonias conflictivas, como la Zona Industrial, Polanquito, La Echeverría, Villa Guerrero y López Portillo. Hay quienes indican que muchos de los atracos provienen de personas que llegan de estos u otros barrios para cometer sus fechorías. 

“Tengo mi negocio y a mí por suerte no han intentado robarme porque siempre tengo gente al interior que me echa una mano, pero sí he sabido que a varia gente o tiendas han sido robadas. También conozco a muchas personas que sufren por sus carros porque se los llevan, les quitan la computadora o los espejos (...) Lo que sí me ha tocado ver es que tumben a los repartidores, como de refresco o leche, a esos sí les ha ido gacho”, contó Óscar, quien es el encargado de una tienda de abarrotes.

Otro problema que ha incrementado a lo largo del tiempo son los robos a casa-habitación, por lo que muchos lugareños han decidido levantar aún más sus canceles, poner cámaras de vigilancia y cambiar las chapas.

“A finales del año pasado, en diciembre, se metieron a mi casa a robar, yo estaba sola con mis dos hijos. Fueron alrededor de tres o cuatro personas las que se metieron como si nada a la casa y nos encerraron en un cuarto. Estaban armados, pero no nos hicieron nada, ni se robaron tanto, fue más el susto y el miedo de salir a la calle otra vez”, relató una mujer que prefiere ser identificada como Rosa, quien dijo que como el suyo existen muchos casos, los cuales no son denunciados debido a la poca confianza que tienen a las autoridades.

A los ilícitos referidos se añade también la vandalización de los espacios públicos o privados, pues cientos de fincas han sido rayadas con pintura en aerosol. Como ejemplo está el Parque de Polanco, el cual resalta por el robo de juegos, bancas, asadores e incluso bustos de bronce, sin mencionar el grafiti, aparte de ser un punto importante para el negocio de estupefacientes.

VIOLENCIA MÁS ALLÁ DE LAS CALLES

Otro de los grandes males que azotan a este barrio es el maltrato que se da al interior de los hogares, como se registra en muchos otros puntos de la Zona Metropolitana, estado y país.

Al verificar los datos de la FGE, también obtenidos a través de Seguridad Map, Lomas de Polanco se posiciona como la cuarta colonia con mayor número de denuncias por violencia intrafamiliar en Guadalajara, durante 2017 y 2018, hasta el mes de junio, junto con Santa Cecilia.

En dicho periodo, la FGE ha procesado 58 reportes: 41 pertenecen al año pasado y 17 al actual.

Las zonas que ocupan los tres primeros lugares son San Andrés, con 97 carpetas de investigación; Oblatos, con 84; y Lomas del Paraíso, con 78.

Actualmente, la colonia cuenta con un Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Guadalajara, en el cual se imparten varios talleres y servicios, entre ellos uno de trabajo social y de apoyo psicológico para mujeres y niños que han sido víctima de violencia intrafamiliar.

En la zona también hay una estancia infantil municipal para mujeres con hijos que estén en situación vulnerable.

Hay presencia de agentes, pero hacen falta más

A pesar de la complicada situación en que se encuentra Lomas de Polanco, la vigilancia por parte de la comisaría tapatía es insuficiente, lamentaron vecinos. 

“Vemos patrullas dando vueltas, pero a veces le tienen más miedo a los rateros que uno”, comentó Luis Romo, vecino de la tercera edad, quien admitió tener armas de fuego en su domicilio para dar una mayor seguridad a su hogar.

Otros habitantes han formado grupos de seguridad vecinal a través de redes sociales, especialmente en WhatsApp, donde tienen contacto con elementos de la Policía tapatía.

Actualmente, la comisaría realiza patrullaje sobre las avenidas que rodean a la colonia, con la participación de elementos motorizados y algunos en bicicleta. 

Dentro del Parque de Polanco existe una edificación que años atrás fue utilizada como un módulo de Policía; sin embargo, fue abandonada y posteriormente se convirtió en un centro de salud que también terminó por cerrarse. Recientemente el sitio volvió a abrir sus puertas para la Policía y, según vecinos, en algunas ocasiones se puede ver a oficiales en los alrededores; no obstante, añadieron, su funcionamiento es muy esporádico. Ezequiel Cruz

“A finales del año pasado, en diciembre, se metieron a mi casa a robar, yo estaba sola con mis dos hijos, Fueron alrededor de tres o cuatro personas las que se metieron como si nada a la casa y nos encerraron en un cuarto”
Rosa, víctima de robo a casa-habitación

“Conozco a muchas personas que sufren por sus carros porque se los llevan, les quitan la computadora o los espejos”
Óscar, encargado de una tienda de abarrotes

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