Edificios bien diseñados no deben caer: sismóloga

A casi un año del sismo del 19 de septiembre que causó severos daños en el centro del país, incluyendo derrumbe de escuelas y edificios con víctimas mortales, la sismóloga Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional (SSN), aseguró durante una conferencia que un edificio debidamente construido y utilizado en función de su diseño original debe ser capaz de resistir un sismo.

No obstante, la especialista recordó que al ser México un país con alta sismicidad, la población debe estar preparada y saber cómo ponerse a salvo cuando los temblores ocurran, ya que por las características de las placas tectónicas sobre las que se encuentra el país, los movimientos telúricos suelen ser en todas direcciones.

“Si un edificio está bien diseñado, construido y se utiliza para lo que fue pensado, no tendría por qué caerse, sin importar dónde esté ubicado”, aseguró Pérez durante una conferencia en la Ciudad de México, dada a conocer por la Asociación Mexicana de Ciencias.

“Los temblores se originan por el movimiento, la fricción y la deformación de las placas tectónicas, que algunas veces se mueven lateralmente una respecto a otra, se mueven y se separan, o chocan y una se hunde bajo la otra (subducción), esto significa que la placa oceánica (que es más densa) se mete por debajo de la placa continental, se acumula energía y deformación, y al romperse la fricción se genera un sismo. Aunque en México se suele decir que un sismo fue trepidatorio u oscilatorio, la realidad es que se presentan los dos movimientos durante el evento”.

La especialista también recordó que la magnitud de los sismos es logarítmica y no gradual, lo cual significa que un evento de magnitud 8 es 32 veces más intenso que uno de 7 y mil veces más que uno de 6, lo cual habla de la cantidad de energía liberada durante la fricción de las placas.

“La intensidad no es un valor único y depende del tamaño del sismo (de la magnitud), de la distancia del lugar respecto del epicentro y de los impactos en cada lugar, por ejemplo, el terreno y el suelo de la Ciudad de México hacen que se amplifiquen las ondas y se presenten, generalmente, daños similares a los del epicentro”.

“La forma de localizar un sismo consiste en tener información de al menos tres estaciones sísmicas, porque cada una registra la llegada de las ondas P y S; de la diferencia de tiempo en la llegada entre ellas dependerá la distancia del epicentro al sismógrafo, para cada estación se traza un círculo y donde se intercepten es la región del epicentro del sismo”, y agregó que si bien las 171 estaciones de monitoreo son pocas respecto a otros países, existen otras que se estarán sumando a la red, como las cuatro de Zapopan.

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FRASE

“Si un edificio está bien diseñado, construido y se utiliza para lo que fue pensado, no tendría por qué caerse, sin importar dónde esté ubicado”
Xyoli Pérez Campos, especialista

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