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Cuervos, y otros cuentos

Dicen que solamente en el futbol mexicano suceden los eventos más surrealistas del mundo.

La contratación de Diego Armando Maradona como técnico de Dorados de la Liga de Ascenso es un escenario que al parecer sólo era posible en una historia de Club de Cuervos, la famosa serie de Netflix en la que un joven directivo contrata a la estrella Aitor Cardoné.

Pero una vez más, como tantas otras ocasiones, la realidad superó a la ficción, y fue el equipo de Sinaloa el que hizo posible que el mejor jugador de su tiempo llegara a dirigir en la Liga de Ascenso.

Lo que normalmente sucede es que ese tipo de personajes que han alcanzado otras galaxias ya no quieren bajar de ahí, y cuando vuelven a pisar la Tierra exigen un trato de reyes, así que cualquier escena de Aitor puede ser verídica, con la excepción del español Emilio Butragueño con el Celaya.

El primer club en sorprender con un fichaje bomba fue Monterrey en 1976, al contratar al mítico Eusebio, en su momento la máxima figura de Portugal. El idilio sólo duró 10 partidos y con un gol anotado.

Posteriormente, el América fichó en 1978 a Dirceu Guimaraes, quien muy pronto se desencantó y es recordado por la frase en la que define la pésima técnica del jugador mexicano: “Yo doy balones y me devuelven sandías”.

Para 1995, Celaya asombró con el ya mencionado Butragueño, y feliz por el resultado fue por la base del Real Madrid ochentero con Michel, Hugo Sánchez y Martín Vázquez. Obvio, ya nada era igual a 10 años atrás.

Lo cierto es que los clubes se percataron que a la afición le gustaba comprar la nostalgia y el impacto mediático generaba un buen marketing, por lo que Pumas fue por Bernard Schuster, quien huyó a media temporada en busca de su dentista en Alemania, mientras que Veracruz fue por José Mari Bakero y René Higuita para irse al descenso.

En 1999, Toros Neza se apuntó con Bebeto, quien sólo vino porque su esposa quería estar cerca de las playas de Cancún.

El Atlante trajo a Santiago Solari en 2009, quien se quejaba de entrenar en las altas temperaturas de Cancún.

Más recientemente, en 2015, Gallos Blancos abrió la cartera para dar un golpe insólito con Ronaldinho, considerado en su momento el mejor futbolista del mundo, quien no entrenaba al parejo de sus compañeros y pedía una comida distinta a los demás.

¿Cuál será el epílogo de Maradona? El que sea, la aventura promete regalar historias tipo Cardoné.

Opinión de: @ofares72

JJ/I