Jocelyn Bell pide romper barreras de género

Como parte del programa de actividades de la Cátedra Eugenio Méndez Docurro del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se presentó en la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM) la doctora en astrofísica Jocelyn Bell Burnell, quien conversó en torno a los retos que como mujer tuvo que sortear para trascender en el ámbito científico e invitó a la comunidad politécnica a romper las barreras de género.

Durante su presentación, la doctora, a quien se le atribuye el descubrimiento de la primera radioseñal en un púlsar en 1967 –ese trabajo le valió a su asesor, el doctor Antony Hewish el Premio Nobel de Física en 1974, mientras que a ella se le ignoró en el reconocimiento– mencionó que aun cuando la mujer ha ganado terreno en el quehacer científico, las estadísticas todavía reflejan que se trata de un área dominada por los hombres y citó el ejemplo de la astronomía.

Al respecto, la Unión Astronómica Internacional reporta que el porcentaje de mujeres astrónomas a nivel mundial suma apenas 17 por ciento de esa comunidad, y que en aquellas naciones (Italia) con mayor participación de mujeres en ese campo científico, la cifra llega apenas a 26 por ciento; asimismo, que existen países donde el número de mujeres astrónomas se limita a 7 por ciento, como es el caso de Japón.

De acuerdo con la investigadora, la aún limitada participación de las mujeres en la ciencia no obedece a la falta de capacidad, sino a una serie de factores sociales que aún la colocan en un rol diferente al de los hombres. Al respecto, recordó que cuando ella era pequeña y acudía a la escuela, las materias eran divididas de acuerdo al género; mientras los niños recibían clases de ciencia, las niñas tomaban cocina.

No obstante, ella se empeñó en realizar una carrera científica, trabajó más duro que los hombres para hacer valer sus esfuerzos. Pese a ello, dijo que la tenacidad de la mujer debe ir acompañada de cambios en la mentalidad de las instituciones, que no solamente permitan a las mujeres competir en el campo científico en condiciones de igualdad con los hombres, sino que las motiven a hacerlo.

Entre esos cambios sugiere que las instituciones deben dejar de discriminar a la mujer cuestionando sus capacidades de liderazgo sólo por el género y no con base en su desempeño; asimismo, que deben evitar el sexismo al interior de las organizaciones de trabajo, evitar los sesgos al reclutar o retener al personal con que ya se cuenta y no hacer diferencia entre los puestos directivos del mismo rango de acuerdo con el género.

LAS SEÑALAN. Las instituciones deben dejar de discriminar a las científicas cuestionando sus capacidades de liderazgo sólo por el género y no con base en su desempeño.
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Finalmente, la doctora invitó a las jóvenes estudiantes que se dieron cita en el Auditorio Dr. Víctor Flores Maldonado a tomar con humor las adversidades a las que se enfrentan, trabajar muy duro para superar esas barreras de género y, sobre todo, a contar sus historias porque no hay nada más poderoso que el testimonio de los casos de éxito de las mujeres en la ciencia.

Una estrella pulsante

Después de varios meses de mucho trabajo, ella y su equipo determinaron que estaban ante algo inédito, una estrella de neutrones, muy pequeña pero de gran densidad que, además de girar a alta velocidad, estaba provista de un campo magnético muy intenso, capaz de emitir un haz de radiación concentrada en sus polos electromagnéticos. De tal manera que, la estrella al girar, el haz de radiación era recibido de forma intermitente, como si se estuvieran viendo pulsaciones, de ahí su nombre.

Este hallazgo realizado en 1967 fue considerado como uno de los descubrimientos astronómicos más importantes del siglo; por tal razón, en 1974 la Academia Sueca decidió otorgar el Premio Nobel de Física a los científicos Antony Hewish –quien fue asesor de Jocelyn Bell– y Martin Ryle.

Ante la indignación de los asistentes, Jocelyn Bell manifestó que no le molestó no recibir el premio. “No trabajo para ganar premios, porque corres el riesgo de hacer algo que no le aporte nada a la ciencia”.

En tono de broma, señaló que ha aprovechado esta situación, ya que los múltiples premios con los que ha sido distinguida representan, acumulados, más dinero que el que acompaña al galardón de la Real Academia de las Ciencias de Suecia. 

También ha recibido numerosos títulos honoríficos, como el de Comandante de la Orden del Imperio Británico, así como Colega de la Royal Society. En 2017, fue investida doctora honoris causa de la Universidad de Valencia.

Antes de concluir su encuentro con los jóvenes –el cual duró más de dos horas, una de exposición y otra de preguntas y respuestas–, Jocelyn Bell les recomendó no desistir de sus sueños por muy difícil que sea el camino.

CIFRAS

17 por ciento de la comunidad astronómica pertenece a mujeres, a nivel mundial

Ciencia incluyente

Este mes, la doctora Bell Burnell recibió el Premio Especial Breakthrough en Física Fundamental, en reconocimiento como la verdadera descubridora de los pulsares en 1967. Con los tres millones de dólares que obtuvo de este premio, la científica establecerá un fondo especial de becas, cuya intención es contrarrestar el sesgo inconsciente que impide a las mujeres de minorías étnicas accedes a carreras científicas.

En su vida ha sido merecedora de premios importantes, por ejemplo, ha sido reconocida con la Medalla Michelson del Instituto Franklin, el Premio J. Robert Oppenheimer Memorial del Centro de Estudios Teóricos de Miami, Premio Beatrice M. Tinsley de la Sociedad Astronómica Americana, el Magellanic Premium de la Sociedad Filosófica Americana, el Jansky Lectureship del Observatorio Radioastronómico Nacional y la Medalla Herschel de la Royal Astronomical Society.

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FRASES

“Sé que es muy difícil, yo también muchas veces quise echarme a correr y, miren, estoy aquí”

“No trabajo para ganar premios, porque corres el riesgo de hacer algo que no le aporte nada a la ciencia”
Jocelyn Bell Burnell, astrofísica

JJ/I