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Integrando equipos para responder a los desafíos

Instalados ya en sus puestos los presidentes municipales, ahora les toca afinar proyectos, atender tanto viejos como nuevos problemas, sin olvidar que parte importante debe ser la coordinación entre ellos y alinear estrategias con los equipos de los gobiernos estatal y federal.

Para los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara, la inseguridad, la violencia y la presencia de criminales son un nudo problemático ante el que es importante conocer, analizar sus causas profundas para definir estrategia y programas de intervención, que realmente funcionen, que dé resultados –al menos en esta gestión que inicia– y que genere condiciones propicias para recuperar la confianza de los ciudadanos en la capacidad y el compromiso de sus autoridades.

La dotación de servicios públicos es otra de las encomiendas que los municipios tienen bajo su responsabilidad. Sería hermoso que al iniciar la gestión y ya finalizado el periodo más intenso del temporal atendieran con diligencia las demandas de servicios básicos: que haya buena iluminación y vigilancia en las calles, para desanimar el trabajo de los delincuentes. Es necesaria la reparación de bocas de tormenta y... ¡Oh!... ¡Tapar los baches en cada calle o avenida por los que ahora pretendemos circular!, con la esperanza de que no se ponchen las llantas o que, al bajar del transporte, tengamos la certeza de que no vamos a caernos en una atarjea mal arreglada... y sígale cada quien con una interminable lista. Hay cosas urgentes, que requieren la atención inmediata de las autoridades. Otras necesitan planeación y reestructurar políticas, cada una tiene nivel de prioridad, su velocidad, sus costos, pero ya no se puede seguir con la idea de sólo tapar hoyos.

Ventajas a favor de las autoridades

El desafío es centrar ante los múltiples y complejos problemas, es empezar a pensar en la metrópoli, diseñar estrategias coincidentes en los diversos rubros de competencia municipal, programas con metas orientadas en una dirección y compromiso claros.

La mayoría de los municipios de esta metrópoli son ahora gobernados por autoridades que ya han tenido la experiencia necesaria en gobiernos municipales, Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco; hay nuevas autoridades con ímpetu de hacer algo diferente en El Salto, en Juanacatlán o Zapotlanejo, por mencionar algunos. Personas experimentadas o que han demostrado su compromiso con sus respectivos municipios siguen formando parte de los equipos de trabajo más cercanos. Aprovechen por favor esas ventajas; no desperdicien la oportunidad de ofrecernos la experiencia de contar con buenos gobiernos.

Saben que el tiempo es corto, que las necesidades se multiplican y que es necesario establecer prioridades en sus planes operativos. Comparten, por lo menos en el último tramo de sus trayectorias, un proyecto común y –en algún sentido– secundan el liderazgo que Enrique Alfaro ha ejercido. Visto así, la situación se antojaría óptima para que la gestión municipal ofrezca buenos resultados y la coordinación con el gobierno del estado lo facilite. Ya podremos ir siguiendo el pulso de la relación entre propuesta gubernamental y satisfacción ciudadana. Si esa relación se trabaja adecuadamente, seguro tendremos ciudadanos satisfechos, dispuestos a cooperar con sus autoridades; si no, es bastante probable que nos encontremos con ciudadanos molestos o de plano frustrados por haber apostado por autoridades que no supieron responder al desafío de gobernar bien.

El equipo de trabajo en el gobierno del estado ya se va perfilando: la autoridad electa está ya integrando sus equipos con gente capaz y de trayectorias probadas en sus diversas áreas. Responder en serio al reto de gobernar bien y de atender los problemas más importantes de la metrópoli y de Jalisco debe hacer diferencia entre el nuevo gobierno, que deberá ofrecer no sólo alternancia en el poder, sino alternancia con un proyecto alternativo, que vaya dando buenos resultados y anime a la ciudadanía a cooperar con sus gobiernos.

JJ/I