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La salud mental de l@s jóvenes

El próximo 10 de octubre estaremos conmemorando el Día Mundial de la Salud Mental; en esta ocasión está orientado a los jóvenes y la salud mental en un mundo en transformación.

¿Por qué?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce explícitamente lo que ya desde hace algunos años estamos señalando: las y los adolescentes y jóvenes están viviendo en un mundo adverso, reflejado en pocas oportunidades educativas para muchos; extremadas sobreexigencias educativas (en muchas instituciones públicas y privadas se han olvidado de un proyecto educativo integral y privilegian un proyecto de competitividad y de “éxito económico y prestigio social”) para otros; oportunidades laborales temporales y con sueldos miserables que no les proporcionan certidumbre para su futuro; una cultura de consumo exacerbado de productos y servicios a los que no podrán acceder por medios lícitos; una cultura de promoción del perfeccionismo que les lleva a la frustración, las tensiones y el desaliento y que, a su vez, propicia el consumo de sustancias adictivas; la carencia de relaciones familiares amorosas y nutricias que les generen soporte emocional; una realidad generalizada de violencia en la que se convierten en generadores o víctimas de la violencia y la delincuencia; el creciente estrés urbano, y el involucramiento en un uso cada vez mayor de las tecnologías en línea, que paradójicamente propicia el descuido de las relaciones interpersonales y de sus habilidades sociales, entre otros elementos.

Todo ello está contribuyendo a que en ellas y ellos se estén incrementando los trastornos de ansiedad, depresivos, adictivos, del dormir y los suicidios. Con respecto a la morbilidad entre los adolescentes, la depresión ocupa el tercer lugar y el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. Además, el uso nocivo del alcohol y de drogas ilícitas entre los adolescentes se está incrementando significativamente y, a su vez, esto genera comportamientos peligrosos, como las prácticas sexuales de riesgo o la conducción temeraria de automotores.

En las familias y en las escuelas la preocupación deberá ser el ayudarles a generar un proyecto integral de vida, a mejorar su autoestima, su resiliencia, sus habilidades sociales, su creatividad, sus valores positivos, a practicar cotidianamente estilos saludables de vida, etcétera.

Para iniciar estos procesos, las y los jóvenes y los padres de familia pueden participar gratuitamente en el curso taller Ante un mundo adverso: ¡fortalécete!. Informes en los teléfonos 3342 0261 y 3342 0262.

da/i