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Se salen de control robos en Santa Tere


En Santa Tere, un barrio tapatío conocido plenamente por la diversidad en sus comercios, hay una queja que prevalece entre vendedores formales y vecinos: no hay regulación en el tianguis dominical, lo que, consideraron, daña la imagen del lugar.

Basura, banquetas en mal estado, problemas con el servicio de alumbrado y hasta peleas personales son algunos de los problemas que se resaltaron debido a este tipo de comercio. Manuel Flores Leos, líder de comerciantes de la colonia, platicó algunas de las estrategias que se han tomado para controlar la situación, y aunque reconoció no poder erradicarla del todo, aseguró que han tenido avances.

“El tianguis de aquí es todo un negociazo para los señores políticos, por eso no le meten nada y nos dejan el problema a nosotros. Los del tianguis se cuelgan de cortinas, de postes de luz, de lámparas, invaden banquetas e incluso arrancaron árboles; como no viven aquí y sólo lo ven como negocio, no les importa lo que dañan. Ellos se arreglan con inspectores, que sabemos que son unos corruptos y hacen lo que quieren. Nosotros no tenemos problema con que vengan a trabajar, pero pedimos que lo hagan con orden”, expuso Flores Leos, quien también dijo que ellos como comerciantes fijos deben de hacerse cargo de la basura que los demás dejan.

El líder de comerciantes resaltó que desde hace 20 años que tiene dentro de la asociación ha propuesto a los diversos presidentes municipales voltear hacia el tianguis, con la intención de que el comercio organizado pueda tener un mejor control de sus negocios para evitar asaltos; una mayor limpieza, así como una mayor fluidez peatonal y vehicular; pero hasta la fecha no ha sido escuchado.

“Hubo un intento de esto cuando estaba Emilio González, pero hay intereses muy grandes aquí, pues los inspectores venden los lugares de 2 metros de largo por uno y medio de ancho hasta en 300 mil pesos. Una vez fue encontrado uno en la movida y nadie le hizo nada, son una mafia”.

Delincuencia

Santa Tere se ha convertido en el centro de atención de los delincuentes, tanto para los robos a comercios, vehículos y a personas, así como para la corrupción de las autoridades, según Manuel Flores.

“Los inspectores llamaban a Santa Tere ‘la minita’ y esto lo hacían con los más desprotegidos; por ejemplo, tenemos alrededor de 30 franeleros y los inspectores les cobraban 100 pesos turno; además, hay que sumarle que antes los traficantes los usaban para la venta de drogas y también les sacaban dinero, prácticamente los dejaban sin nada”.

Ante esta situación, la asociación de comerciantes tomó el control de los franeleros, por lo que actualmente se les solicita una serie de papeles e identificaciones para poder trabajar. Flores Leos señaló que los que llevan su playera verde son los autorizados para trabajar y que además tienen responsabilidades como la limpieza de sus zonas.

En cuanto a los delitos de robo, expuso que son constantes, pues los visitantes aprovechan el descuido de los trabajadores para hurtar algunas cosas. Los asaltos a las personas también se dan en el lugar.

Ante esto, según la plataforma de Seguridad Map que ofrece las estadísticas de delitos en cuanto a carpetas investigación abiertas por la Fiscalía General del Estado, hasta el 31 de agosto se tiene en primer lugar el robo a vehículos privados, con 35 casos; el robo a persona, con 22, para después darle lugar al robo a comercios, con 11.

“La delincuencia ha sido una lucha muy grande para nosotros. Yo hablo con el comisario en turno para que nos ayude con vigilancia, pero debido a la falta de policías y patrullas, ya no se ven los rondines. Se puso un módulo de Policía cercano al mercado por petición de nosotros y efectivamente hubo policías a un inicio, ahora el módulo nada más es un adorno”, comentó Flores Leos.

Por su parte, una trabajadora de una tienda de conveniencia ubicada en una de las esquinas del parque José Clemente Orozco, que recientemente fue remodelado, demandó ser víctima de robos constantes; además de que dijo que el parque se convirtió en un hogar para ambulantes.

“Aquí a cada rato nos roban. Los alrededores de la clínica son peligrosos para los visitantes, les roban los coches y las baterías a cada rato. Este parque lo arreglaron hace poco y tan sólo ha servido para que duerman borrachos, por lo que pasar por la noche es un peligro”.

Vecinos se organizan

A pesar de que Manuel Flores señaló que ha resaltado el desinterés de colonos y comerciantes, se ha buscado generar una participación entre todos a través de un grupo de WhatsApp, donde se exponen algunas problemáticas de la colonia y del que el Sergio Rivas Mejías, comandante del polígono 2 de Guadalajara, presumió estar al pendiente.

“Tenemos un contacto constante con el líder de vecinos y comerciantes, y otra es de este grupo de mensajes, los vecinos nos hacen saber las problemáticas de la colonia. También asistimos a las juntas vecinales que se convocan”, explicó.

El comandante también mencionó que los robos a transeúntes, comercios y autopartes son un problema constante. Ante esta situación destacó que se trabaja con un sistema de vigilancia mixto, con patrullas convencionales y ciclopolicías; además de que en días de gran afluencia se labora con agentes en tierra.

da/i