Seguridad visionaria

Las policías municipales operan en direcciones siempre cambiantes a voluntad del comisario designado para dirigirlas, cuando mucho, durante tres años. ¿Por qué han de ser veletas guiadas por antojos y no proyectos con un norte, adaptables según los retos?

Como corporaciones de seguridad, sus altas jerarquías dependen del gobierno local en turno.

El caso de Zapopan es único, pues el hombre al frente de la policía durante el período anterior repite en su cargo durante este trienio. No fue así en el caso de San Pedro Tlaquepaque, municipio donde también hubo reelección, pero hubo un cambio de comisario por cuarta vez en la gestión de su alcaldesa.

Cada comisario imprime su sello personal y sus convicciones a los temas operativos de la institución y a los programas comunitarios y preventivos. También los comandantes cambian.

Incluso los nombres tienen variaciones que han ido a lo largo de los años desde dirección de seguridad pública a comisaría, pasando alguna de ellas por secretaría de seguridad ciudadana.

Actualmente hay varias corporaciones en el área metropolitana de Guadalajara que mantienen la orientación de seguridad pública en el nombre, concepto con una implicación de garantizar la estabilidad del gobierno y vinculado a una época de represión estatal.

La seguridad ciudadana, ausente del nombre de todas las comisarías, es un concepto orientado a las personas, a los ciudadanos, a garantizar el respeto a los derechos de las personas.

Más allá, el concepto de seguridad ciudadana abarca de manera integral la protección a las libertades fundamentales en cuanto a lo político, lo ambiental y lo económico, entre otras dimensiones.

En un contexto de alta criminalidad como el que enfrenta la sociedad jalisciense, el enfoque de las instituciones policiales ha sido la seguridad pública porque, de manera apremiante, los policías deben atender los delitos que les compete prevenir de acuerdo con sus atribuciones, principalmente los robos.

Reducir, en cambio, la gama más extensa de ilícitos como homicidios, feminicidios, lesiones e incluso fraudes, extorsiones y abusos sexuales, por ejemplo, requiere articular estrategias propias de un enfoque integral.

La adaptación, sin embargo, al sistema de justicia penal acusatorio ha sido un trabajo duro para las policías municipales.

Siguen llamándolo “el nuevo sistema”, pero su novedad ya pasó. Siguen aprendiendo asuntos que deberían haber aprendido hace al menos dos años.

Hay unidades de unos cuantos policías especializados en procesar el lugar de intervención, cuando es un conocimiento que ya todos los elementos deberían tener.

Hay municipios como El Salto que ni siquiera tenían equipo para embalar algunos indicios hasta hace poco. Y eso sólo en el área metropolitana. ¿Qué será en el resto del estado?

La capacitación es todavía deficiente, el equipo escaso, el personal poco, los delitos muchos y las responsabilidades legales correspondientes a ese sistema que llaman nuevo siguen siendo más de las que logran abarcar.

Es necesario optimizar recursos para dar prioridad a algunas de esas responsabilidades según un plan que pueda tener continuidad en administraciones posteriores.

Quizás una opción sería crear un verdadero sistema de carrera policial en que los elementos escalaran de puesto según sus méritos hasta alcanzar el rango de comisario por competencia, más allá de nombramientos trienales del gobernante en funciones.

Y privilegiar la formación continua de los policías en el sistema de justicia penal, así como en otras habilidades operativas.

La academia dura no más de seis meses para graduarse como policías y el resto han de aprenderlo en las calles, de la mano de veteranos que tampoco han tenido la actualización necesaria.

Ello implicaría que para cada elemento debe existir un plan de formación permanente y no sólo los cursos de 30 horas que reciben algunos en temas muy específicos.

Le están apostando a lo mínimo, pero con una administración visionaria podrían ambicionar un esquema integral de seguridad ciudadana con miras a buscar una seguridad humana.

@levario_j

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