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Diputados, reyes de la simulación

Vergonzoso, por decir lo menos, lo que sucedió la tarde del miércoles en el Congreso del Estado que, vale subrayar, no se desvía del guion que ha marcado la actuación de la 61ª Legislatura y que, contra lo prometido por los propios diputados que la integran, la depositan en el mismo escenario en el que actuaron las que le antecedieron: la simulación.

El reparto de cuotas partidistas ha sido –como fueron las anteriores– la característica de esta Legislatura que, al parecer, no quiso desentonar y decidió cerrar su actuación de tres años con una, insisto, vergonzosa decisión al momento de designar –que no elegir– a integrantes de otros poderes, como fue este caso.

Lo de anteayer no es la primera vez que los medios de comunicación publican quiénes serán los elegidos para ocupar un cargo antes de que la definición sea sometida a votación en el pleno del Congreso, y lo único que logran hacer los diputados es rayar en el ridículo al pretender vestirse de demócratas cuando las decisiones se toman al ritmo de una para ti, una para mí y una para él… Y así de manera consecutiva hasta que se terminan los espacios por repartir entre partidos.

La única diferencia entre la actual Legislatura y las que le antecedieron fue que la bancada del partido Movimiento Ciudadano terminó por traicionar el discurso que sus entonces candidatos a diputados ventilaron durante su campaña, pues se comprometieron a ser diferentes, a terminar con la simulación, a concluir con el reparto de cuotas partidistas y, al final, ya como legisladores y disfrutando de todas las prebendas que el cargo les otorga, terminaron por engolosinarse y demostrar que son igual que todos.

La designación de Fany Lorena Jiménez Aguirre como magistrada de la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa y de Consuelo del Rosario González Jiménez como magistrada del Supremo Tribunal de Justicia fue como prácticamente los diputados cierran con broche de oro su gestión, pues dejarán de serlo el día último de este mes.

De manera burda, sin el menor pudor ni guardando las formas –digo, algo de respeto se merecen los ciudadanos–, le entregaron al PAN el espacio que previamente estaba pactado en una de las tres magistraturas que integran la Sala Superior del TJA, otra aberrante creación de esta Legislatura, y en lo que fracasaron cuando designaron a los dos primeros magistrados cuya elección tendrán que reponer por mandato judicial.

Lo peor vino cuando horas antes de que los diputados emitieran su voto para elegir a la tercera magistrada de la Sala Superior, el nombre de Fany Lorena Jiménez ya se difundía en los corrillos políticos como la elegida, no obstante que no fue la mejor calificada, sino que ocupó el lugar 18, con un puntaje de 27, cuando los mejores obtuvieron 32. En mi cuenta de Twitter lo revelé una hora antes de que fuera electa, a través de cédula, en voto secreto, y curiosamente fue la elegida. Ayer se difundió en algunos medios la fotografía en la que aparece la nueva magistrada con sus compañeros panistas en un evento deportivo.

No menos diferente fue el caso de Consuelo González Jiménez, de quien también horas antes de que los diputados votaran, se conoció que se convertiría en magistrada del STJ, como sucedió con Carlos Trejo, su antecesor en la Procuraduría Social y ambos cercanos al poder en Casa Jalisco. Incluso, circuló en redes sociales un meme sobre la nueva magistrada que provocó, trascendió, que su nombre fuera bajado de la lista, pero quizás sólo fue para despistar al enemigo, pues por la tarde-noche del miércoles obtuvo la mayoría de votos de los diputados.

Así fue la jugada a la que nos tienen acostumbrados los diputados: una para el PAN, una para el PRI. Por supuesto que el partido MC obtuvo ya su cuota respectiva.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I