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Alfaro y el Poder Judicial

El jueves pasado, en sus redes sociales, el gobernador electo Enrique Alfaro Ramírez reveló su reunión con los integrantes del Supremo Tribunal de Justicia, y escribió: “Estuve con los magistrados del @supremotribjal, uno de los tres poderes políticos que sirven como contrapeso en las decisiones y vida pública de nuestro estado. Agradezco el encuentro de diálogo porque dimos un gran paso para trabajar en coordinación, respetando la separación de poderes pero con un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de los jaliscienses y seguir caminando hacia la Refundación”.

A su vez, en su cuenta de Twitter, el STJ refirió: “Ayer, sostuvimos una primer reunión con el gobernador electo, a quien le refrendamos nuestra voluntad, apertura y disposición de trabajar hacia un mismo fin: ganar credibilidad, lograr paz social y consolidar el estado de derecho”.

Alfaro Ramírez asistió solo, pero dejó la impresión entre los magistrados de que a este tipo de reuniones debe hacerse acompañar de un traductor de los temas jurídicos que le ayuden no sólo a entender mejor los asuntos a tratar, sino incluso a plantear mejor sus propuestas en la materia.

La propuesta principal del mandatario electo a los magistrados fue que le redactaran un documento con lo que consideran que está mal en el Poder Judicial, en qué estaban fallando, cuáles eran sus problemas, a fin de –como él mismo lo refirió en sus redes– trabajar en coordinación, aunque sin la claridad necesaria como para creer que habrá respeto a la separación de poderes.

Trascendió que esta propuesta no fue bien vista por los magistrados, pues era tanto como pedirles que tejieran la horca con la que piensa ejecutarlos.

En el intercambio de puntos de vista se habló, entre otras cosas, del garantismo, de la debacle del Poder Judicial a partir de que los partidos políticos lo tomaron como espacio de reparto de cuotas donde los jueces se ven obligados, más que a atender su responsabilidad, a rendirle cuentas a quien o a quienes lo o los pusieron en el cargo; de la necesidad de mayores recursos económicos, aunque le aclararon que para el próximo año en este renglón nada podía hacerse por el momento porque ya habían entregado el presupuesto requerido.

Se asegura que en términos generales el encuentro fue interesante y positivo, en buena lid, aunque no pasó desapercibida para algunos magistrados la actitud de Alfaro Ramírez, como ha sido característica de sus antecesores, de pretender controlar un poder que por naturaleza debe ser autónomo, un poder que actúe como si el Ejecutivo estuviera por encima de él, como si quisiera tener un Poder Judicial a modo. Vamos, se quedaron con sus reservas respecto a la relación que tendrá el próximo gobernador con el Poder Judicial durante los siguientes seis años. Hay quienes consideran que no será una relación fácil, pero esperan equivocarse.

Coincidentemente el encuentro entre Alfaro y los magistrados se registró un día después de que los diputados descaradamente emprendieron el compadrazgo y el reparto de cuotas partidistas para designar a dos magistradas: Consuelo del Rosario González Jiménez, comadre del magistrado Leonel Sandoval, con quien compartirá sala en materia civil, y Fanny Lorena Jiménez Aguirre, allegada a grupos panistas y a cuyo partido le correspondía –en esos acuerdos en lo oscurito que hacen las fracciones parlamentarias– el tercer espacio en la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa.

Ambos nombramientos contaron con los votos de la fracción del partido Movimiento Ciudadano, por lo que cobra especial relevancia lo dicho por los magistrados en el sentido de que el declive del Poder Judicial se dio cuando se institucionalizó el nombramiento de jueces y magistrados en función de las cuotas partidistas.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I