Presiones y amenazas

En la entrega anterior planteamos que el fondo sobre la decisión en torno al NAICM era la definición de la política de inversión pública y privada del nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador y eso es lo que está abiertamente planteado entre los distintos actores del devenir nacional, al iniciarse la consulta.

De todos lados surgen presiones y hasta amenazas al nuevo gobierno para que a toda costa se mantenga la obra aeroportuaria en Texcoco, mientras se presionan al peso y a la Bolsa Mexicana de Valores.

Desde la OCDE, bancos globalizadores, aerolíneas extranjeras, Coparmex y otras entidades del sector privado crecen las advertencias que de cancelarse el NAICM se enviaría mala señal a los inversionistas foráneos, por la abierta negativa al proyecto de Santa Lucía.

Para atenuar las presiones y alertas de riesgos devaluatorios y de menor inversión, López Obrador aseguró que nada de eso sucedería si en la consulta cancela las obras del nuevo aeropuerto, porque “nos entenderíamos con las constructoras”.

Sin embargo, a 36 días del inicio de su mandato, el NAIM no es la única presión que sufre la próxima administración, ya que la calificadora Fitch Ratings pasó de positiva a negativa la perspectiva crediticia de Pemex y Moody´s advierte que podría bajar la calificación de México por sus políticas energéticas.

Esto como reacción a la iniciativa planteada por Morena de integrar a la Secretaría de Energía, las comisiones autónomas Reguladora de Energía (CRE) y Nacional de Hidrocarburos (CNH).

Hay, sin embargo sectores empresariales nacionalistas dispuestos a participar con el gobierno pejista, lo que abriría una oportunidad de desarrollo más horizontal para el país, pero es claro que esta semana será definitoria para México y el gobierno que aún no empieza.

AHORROS

La vulnerabilidad del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) quedó de nuevo evidenciado con la alerta roja de seguridad lanzada por el Banco de México y la secretaría de Hacienda ante los ataques de hackers a la aseguradora AXA, detectados el martes.

Supuestamente tras las medidas de seguridad y encriptación aplicadas por las autoridades financieras por los ataques sufridos en abril y mayo, no debió haber pasado este ataque, del que se desconoce el monto afectado y modo ejecutado para la alteración de los sistemas.

Lo cierto es que no hay candados seguros en el sistema de pagos interbancario.

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JJ/I