Despedida triunfal

Emotiva y con triunfo, así resultó la tarde de ayer para el coleta capitalino Ignacio Garibay, la última de su carrera en la Nuevo Progreso; una oreja cosechó con su último de la lidia, con el que estuvo inspirado y gustándose a sí mismo.

Garibay fue el centro del cartel de la tarde de ayer. Ni la espectacular actuación del rejoneador Andy Cartagena pudo opacar la conexión entre la afición y Garibay, que tuvo su momento climático con el quinto de la tarde, toro con el que lució desde capote, en lances mecidos que arrancaron los olés.

Ya con la muleta, Ignacio pintó una faena de inspiración; al sonar de Las Golondrinas, el capitalino firmó lentas tandas por la diestra, de buena factura y mucho calado en los tendidos, para lucir en esporádicas tandas al natural, con temple y aprovechando lo poco que el astado permitió para la lidia del último tercio.

Remató de entera en sitio, en todo lo alto de colocación, para ser merecedor de una oreja con petición de la segunda, e irse entre nutridas ovaciones y la entrega el público, que dio el adiós a un torero querido por Guadalajara.

Por su parte el rejoneador Andy Cartagena estuvo en el tenor de lo espectacular, luciendo finas y templadas cabalgaduras, siendo su mejor faena la segunda, pero los errores repetidos con el acero le impidieron el triunfo.

Y en un plan grande fue que regresó a la Nuevo Progreso Fabian Barba, que aunque pechó con el lote más complicado de la tarde, puso voluntad y oficio en ambos toros.

Encontró su mejor momento de la tarde con el que abrió su actuación, un toro de buenas hechuras que aunque no acabó por romper en el fondo de bravura, permitió al hidrocálido regalar tandas de calidad por la diestra, que se le jalearon fuerte.

No corrió con suerte en la espada y con su segundo sólo pudo pintar detalles esporádicos, pero con sitio, madurez y la voluntad por delante.

ESPERADO

El domingo regresa la figura española Enrique Ponce, quien después de 16 años pisa de nuevo el coso tapatío. El cartel lo conforman Sergio Flores y Juan Pablo Sánchez, con toros de la ganadería de Jaral de Peñas