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Dignificar al docente, urgente

Se ha prometido que habrá un trabajo intenso por la dignificación del magisterio en la nueva administración. Es una promesa que debe traer acciones disruptivas. Dignificar es la acción de hacer respetado, admirado, merecedor de un reconocimiento social y un ingreso decoroso al maestro debido al mérito del trabajo realizado y que por lo tanto le confiere autoridad. Un maestro gana en promedio 10 mil pesos mensuales, equivalente a menos de cuatro salarios mínimos. En México, un maestro puede aspirar a vivir en una casa rentada de 3 mil pesos que encontrará lejos del trabajo y pagar mil pesos en servicios como electricidad, agua, gas. Podrá destinar a la alimentación familiar 3 mil pesos mensuales en una canasta básica donde el kilo de huevo es de 35 pesos, frijol de 30, carne de res, 160 y de pollo 85; la tortilla cuesta 14 pesos y el litro de leche, 16. Para transportar a la familia en camión urbano considerando una sola ruta, requerirá mil 200 pesos o bien pagar gasolina si contara con un modesto vehículo. Su familia deberá asistir a la escuela pública y a la seguridad médica social así como olvidarse de una línea telefónica y otros servicios como Internet tan indispensables para su trabajo. Vestido, calzado, medicamento y esparcimiento quedarán a expensas de un ahorro.

Dignificar significa elevar los ingresos, prestaciones sociales y las condiciones laborales para poder hacer aspiracional el ser un maestro, profesión que hoy escasea y más cuando hablamos de maestros excelentes, bilingües o de ciencias. Las normales disminuyen su matrícula según el Anuario Estadístico, ANUIES; hay una notable desvalorización social del docente porque se ha perdido la importancia de su función social y también por ello enfrentamos una fuerte crisis de degradación de la calidad de la educación, en una sociedad del conocimiento que devora cualquier esperanza ante la revolución industrial 4.0 donde las habilidades, destrezas, idiomas, tecnología, creatividad y emprendimiento son las bases del progreso.

Los sueldos de la burocracia y el sindicalismo en el magisterio, así como los gastos excesivos que se disparan con la corrupción de estafas maestras no dejan llegar los salarios dignos a las bases, urge eliminar la inequitativa distribución de los salarios. Dignificar el magisterio es acercar la vida académica a las empresas para devolverle su importancia y formar docentes con perfil bilingüe y tecnológico que sean capaces de desarrollar habilidades blandas tan necesarias, significa cambios estructurales en programas educativos y aumentar exigencias si realmente queremos transformaciones sociales disruptivas que nos lleven en pocos años al primer mundo y dejar de ser una economía emergente.

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@Saucedodlallata

JJ/I