Cambio de perspectiva

Nadie lo menciona ahora, ni entonces se desgarraron las vestiduras, pero el 31 de marzo de 2016 la calificadora de riesgo Moodys cambió la perspectiva de calificación del gobierno de México de estable a negativa.

Entonces fue debido a los posibles pasivos en caso de que se tuviera que inyectar liquidez a Pemex, tras la Reforma Energética, pero para el 11 de abril la propia calificadora retomó la perspectiva de la deuda soberana de México de negativa a estable.

La agencia mantuvo siempre la calificación del gobierno de México en A3, como hasta ahora está; sin embargo, hoy que la agencia calificadora Fitch Ratings modificó de estable a negativa la perspectiva de calificación de la nota crediticia de la deuda soberana en México, todos acusan al presidente electo de ello.

La verdad es que Fitch, y lo podrán hacer otras calificadoras, simplemente advierte de cambios en las políticas económicas que pudieran afectar las perspectivas de pago de la deuda externa, pero bien podrían recuperar su visión a estable, en unos meses.

Por ello es que López Obrador, junto a su equipo económico, inició la operación cicatriz con el sector privado y en especial con los empresarios que se sintieron afectados por la cancelación de las obras del NAIM, a los que se les garantizan sus inversiones.

A menos que el gran capital quiera trasladar el diferendo por el NAIM a una lucha política de posicionamiento ideológico, las presiones económicas y la burbuja especulativa financiera, deben desvanecerse.

Nadie duda y debe quedar claro que el país necesita de la inversión privada nacional y extranjera para alcanzar el desarrollo de 4 por ciento, fijado como meta por el nuevo gobierno.

AHORROS

Este miércoles, Australia ratificó el Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico, conocido como el TPP, con lo que los términos del acuerdo comercial podrán entrar en vigor a finales de este año.

El TPP ya fue aprobado por Canadá, Nueva Zelanda, México, Singapur y Japón, la tercera economía mundial y gran defensor del libre comercio, pero no estará Estados Unidos, por decisión de Trump, a pesar de haber sido impulsado por Obama.

Este acuerdo es oportunidad para la diversificación comercial que el próximo gobierno ha dicho que impulsará, buena noticia.

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