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El Batán, ‘invisible’ ante la autoridad

Barrio. El Batán conserva la tradición y a veces esto juega en su contra en cuanto a la dotación de servicios. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

En Guadalajara aún existen colonias o barrios que, a pesar de encontrase dentro de la zona metropolitana, permanecen arraigados a su pasado. Este es el caso de El Batán.

Ubicado en el municipio de Zapopan, en el pasado El Batán era una zona rural, dedicada a la siembra y cultivo, pero a mediados del siglo XVIII evolucionó hasta convertirse en un poblado al llegar la industria.

Todavía hoy, el transeúnte puede transitar por sus estrechas calles, admirar las fachadas de algunas fincas, visitar la tradicional plaza, la parroquia de Nuestra Señora del Refugio o incluso apreciar la estructura de lo que alguna vez fue un acueducto.

Es como retroceder en el tiempo.

Barrio que conserva sus costumbres, a veces la tradición juega en su contra pues El Batán parece estar estigmatizado como un pueblo localizado de la urbe.

De esta manera, los servicios públicos suelen verse aplazados, en especial los relacionados con la seguridad pública.

Hay crimen, pero no denuncia

El Batán no se caracteriza por generar un gran número de denuncias. Durante 2017, se las autoridades registraron 76 ilícitos, enfocados principalmente a robo a negocios, seguido de violencia intrafamiliar y hurto a vehículos.

De acuerdo con cifras preliminares sobre delitos correspondientes a este año, y que provienen de averiguaciones previas iniciadas en el Ministerio Público, hasta fines de septiembre los algunos de los habitantes de El Batán han presentado 26 denuncias, entre éstas, seis por maltrato en el hogar, cuatro por lesiones dolosas y cuatro más por robo a autos particulares.

Si bien en número de ilícitos denunciados parece poco, no hay que olvidar que existe una cifra negra de hechos delictivos no denunciados en la Zona Metropolitana de Guadalajara, y que suele corresponder hasta al 90 por ciento de los delitos cometidos en la ciudad, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Delincuencia foránea

“No estamos tan mal; pero se tardan mucho en hacernos caso. Tenemos como tres meses o más que reportamos esa lámpara (de alumbrado público) y no viene nadie a arreglarla. Se pone muy obscuro y ya somos muchos los vecinos que pedimos que nos la arreglen”, señaló una comerciante de la zona que prefirió el anonimato.

El vecino agregó que esa zona de oscuridad es aprovechada por algunos jóvenes para el consumo de alcohol y estupefacientes.

Por otra parte, el grafiti ha causado un desembolso significativo para los hogares y negocios, puesto que es común que aparezcan nuevas líneas de aerosol plasmada sobre las bardas.

“No me duró ni una noche la casa; tardé como tres días pintando la fachada y al siguiente día amaneció toda rayada. Ya ni el gasto. Por eso mejor puse cancel, me tuve que enjaular… Si se da una vuelta por las calles verá como tienen todo lleno de grafiti”, destacó doña Ofelia, otra de las vecinas de El Batán.

Los habitantes de la colonia admiten que existe patrullaje por parte de elementos de la Comisaría Municipal de Zapopan, junto con la Policía Federal, aunque se concentran hacia el lado de Atemajac del Valle, especialmente en el área de la estación Dermatológico de la Línea Uno del Tren Ligero.

Sin embargo, la criminalidad sigue presente, ya que su ubicación, en los límites de Zapopan y Guadalajara, parece facilitarlo.

“Para la parte del Periférico casi no pasan las patrullas; es donde más delincuencia hay. La cosa es que los ‘lacras’ vienen de otras colonias, como Santa Elena de la Cruz o Atemajac, donde está más peligroso… Hasta eso, los de aquí son más tranquilos”, Señaló Raúl Montiel, quien suma más de 35 años como residente de El Batán.

Un ejemplo de la inseguridad en esta zona: el 14 de agosto se localizó el cuerpo de una persona en el cruce de las calles Lucio Blanco y Álvaro Obregón, al cual se le apreciaban varias heridas por arma de fuego.

“Pues inseguridad, donde sea. Una vez quitaron un teléfono de monedas y lo envolvieron en plástico para moverlo, pero lo dejaron en la banqueta un rato. La gente creyó que era un cuerpo, hasta le hablaron a la Policía. Uno ya ni sabe que pasa”, recordó doña Ofelia.

Cruzan con precaución

Uno inconvenientes que aqueja a los habitantes de El Batán es el flujo continuo de camiones que transitan por las arterías de la colonia que, además se encuentra partida en dos por la carretera a Saltillo.

“Las calles son muy estrechas, y los camiones no caben, pues hay muchos carros estacionados porque no tenemos cocheras. Por las avenidas grandes pasan en friega y uno no alcanza a ver”, señaló Romina Salcedo, propietaria de un puesto de jugos.

A ello se le suma el desgaste de las calles a causa del paso de vehículos pesados, pues varios de las vialidades tienen adoquín, concreto, asfalto o piedra.

Sin embargo, es claro que la vialidad con mayores problemas para cruzar es la carretera a Saltillo, ya que los conductores suelen hacer caso omiso a los señalamientos viales y a las personas les cuesta leer algunos de los semáforos debido a la forma en que fueron instalados.

Coordinación ante inseguridad

Par enfrentar la violencia intrafamiliar, especialmente en zonas con focos rojos, donde es común incluir a El Batán, el Gobierno de Zapopan lanzó la campaña “Ponle rostro a la violencia”.

La campaña se enfoca principalmente hacia las mujeres, aunque busca llegar por igual a todas las personas que viven en un entorno desmoralizador dentro del hogar, bajo las diferentes expresiones de maltrato.

En “Ponle Rostro a la violencia” se cuenta con la participación del Instituto de las Mujeres para la Igualdad Sanativa, La Comisaría de Seguridad Pública, el DIF y la Comisión Edilicia de Derechos Humanos e Igualdad de Género, además de los trabajos que realizan las Unidades de Atención a la Violencia Intrafamiliar (UAVI).

Para eficientar el combate a la inseguridad, las autoridades de Guadalajara y Zapopan afirman que existe una comunicación entre los comandantes de los polígonos cercanos, así como con los de las zonas adyacentes.

“Entre las comandancias de Zapopan y Guadalajara nos comunicamos vía radio; se hace mención a Base Palomar para que ellos puedan coordinar. Se maneja información para distribuir a las unidades, como cualquier otro municipio que colinde”, declaro el comisario Alejandro Tovar Hernández.

No obstante, a fin de que exista una mayor coordinación entre vecinos, autoridades y delegados para ejecutar acciones de seguridad, también se realizan juntas vecinales para motivar a que las personas denuncien cualquier hecho delictivo.

da/i