Triatlón de fantasía

Si California tiene su Disneylandia, acá en México tenemos a Xel–Há, otro mundo de inicio a fin. Y precisamente ahí fue donde se efectuó el triatlón sprint y olímpico como campeonato nacional por quinto año consecutivo y celebrando el décimo aniversario (que lo promocionaron como 10 años) de este triatlón con el mismo nombre durante dos días, pero verdaderamente son nueve años con sus 10 ediciones, pero en fin, detalles de tiempo–eventos.

Fueron aproximadamente 2 mil 500 deportistas (o más), algunos triatletas, otros solamente en el intento se dieron cita en ese parque natural adaptado y fascinante para competir, disfrutar y por supuesto tomarse la selfi y poder decir ‘soy triatleta’.

Un verdadero triatlón de fantasía por todo lo que se encuentra en su esencia. Se hace, pero no se hace en Xel–Há. Se nada dentro del parque, se pedalea y se corre fuera de éste y parafraseando a un expresidente sería algo así como ‘corres y te vas’, salvo que pagues una cuota de promoción para poder quedarte casi todo el día en el mismo parque natural.

Prácticamente la mayor parte de la competencia se realiza fuera de dicho parque. Un triatlón para los triatletas, ya que estos disfrutan mucho este evento por sus características naturales (aunque algunos se quejaron de la etapa de ciclismo).

Los que batallan son los acompañantes y público en general porque no se disfruta este evento, ya que la etapa de natación no se aprecia, y el ciclismo y el atletismo solamente se les ve a la salida y a la entrada a zona de transición. Los que son capaces de caminar unos muy buenos metros alcanzarán a ver otro tanto de la etapa de ciclismo o atletismo, en definitiva, un triatlón incómodo en su apreciación para todo espectador.

Un evento más, interesante y fantasioso, pero todo hasta ahí porque es algo que no está al alcance de cualquier persona por sus altos costos, la inscripción como todos los eventos es carita (promedio de mil 800 pesos.), el hospedaje y el llegar ahí no es tan fácil, ya no hablemos de los alimentos.

Vale mencionar que en la convocatoria se menciona que “todo lo recaudado de las cuotas de inscripción se donará íntegro a los programas de conservación de Flora, Fauna y Cultura de México, AC”, aspecto de lo más rescatable al menos en el papel.

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JJ/I