Proyecto y presupuesto

El sábado inicia lo que el presidente electo llama la cuarta transformación. El o los mensajes que emita ese primer día de su gobierno serán tomados muy en cuenta por la sociedad y muy especialmente por los sectores económicos, financieros y, desde luego, por los mercados.

El largo periodo de transición ha servido para que AMLO muestre su fuerza política y su definición en la toma de decisiones, no lo arredra las presiones políticas, las del sector privado, el gran capital o los mercados.

Sin embargo, en estos largos cinco meses, la BMV ha perdido 20 por ciento en su índice de cotizaciones, el dólar se ha devaluado otro 20 por ciento, la IED ha disminuido y, ayer mismo, el Banxico disminuyó su pronóstico de crecimiento para este y el siguiente año.

Si bien el movimiento de estas variables depende en mucho de los factores de inestabilidad exterior, la caída del precio del petróleo, la guerra comercial, las presiones de Trump, los conflictos geopolíticos (Italia, Crimea, China, etc.), aquí se ha manejado como si todo fuera el ‘efecto Peje’.

Se debe reconocer que efectivamente se han presentado algunos factores internos como el anuncio de iniciativas de ley contra las comisiones bancarias o para redireccionar los fondos de las afores, pero se sobrerreaccionó a estas meras pretensiones, de manera intencionada para presionar al presidente entrante.

Por ello, es vital lo que López Obrador diga en su toma de posesión y dos semanas después, lo que plantee ante el congreso en el paquete económico, con lo que los mercados y otros entes económicos se calman y caminan de común acuerdo o se rebelan al nuevo gobierno, veremos.

Ahorros

En materia petrolera, no todo son las malas noticias de los bajos precios internacionales; esta semana Pemex anunció el descubrimiento de nuevos yacimientos que garantizan el abasto petrolero para las nuevas refinerías.

Dos yacimientos nuevos en el campo de Ixachi permiten extender tres veces las reservas totales de crudo en el país, con más de mil millones de barriles, y con ello poder alcanzar los objetivos del próximo régimen de dejar de importar gasolina, gas y petróleo.

Esto, además debe dar mayor solidez a la economía nacional en su conjunto, en el arranque de la administración, y calmar el nerviosismo imperante.

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