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Quinto Patio

El dicho de que prometer no empobrece tuvo ayer su apogeo con Enrique Alfaro Ramírez al rendir protesta. Reiteró sus compromisos de campaña y se puso plazos que suenan difíciles de lograr. Aunque en su discurso enumeró deficiencias del reciente sexenio, al priísta Aristóteles Sandoval le agradeció que haya favorecido una transición en paz, en los mejores términos y que se quedara a escucharlo. Al final se le quebró la garganta cuando tenía que agradecer a su familia, pero primero lo hizo con los políticos cercanos, como Hugo Luna, Clemente Castañeda, Ismael del Toro y Enrique Ibarra, por estar en las primeras decisiones.

Precisó sus proyectos estratégicos, la línea 4 del Tren Ligero rumbo a Tlajomulco, el libramiento a Puerto Vallarta, el saneamiento al río Santiago y la conclusión de la Presa El Purgatorio, que requerirán el apoyo federal. Y llamó la atención que agradeciera a su mamá, su papá, su hermano, sus cuatro hijas –a quienes definió como sus musas– y a su nueva pareja, a quien mencionó por su sobrenombre. La emotividad también afloró.

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Las palabras son claves para entender las prioridades por venir. Ayer, Enrique Alfaro dijo 6 mil 918 en su discurso inaugural del sexenio. Aunque un concepto central de su comunicación política es refundación, no fue el más utilizado. El principal fue gobierno. Luego repitió decenas de veces Jalisco, todos, compromiso y sociedad. En su discurso, Alfaro tuvo en común con el presidente Andrés Manuel López Obrador que ignoraron el concepto preponderante en México y Jalisco, el que se trae casi en la lengua: inseguridad. El ahora gobernador prácticamente no mencionó lo vocablos desaparecido, muerto o asesinato.

Lo anterior contrasta con el informe que el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) entregó ayer al nuevo gobierno estatal, en el que pide a Alfaro, al secretario general de gobierno, Enrique Ibarra, y al coordinador del gabinete de seguridad, Macedonio Tamez, que otorguen debida prioridad y atención al tema de las desapariciones de personas y a los procesos de diálogo entre las autoridades locales, las víctimas y la sociedad civil. El tema es minusvalorado en la refundación.

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El ex candidato a la gubernatura y actual delegado federal en Jalisco, Carlos Lomelí Bolaños, no fue invitado a la toma de protesta de Alfaro, lo que en Morena se interpretó como berrinche, resentimiento e intento de mostrar músculo; mientras, en Movimiento Ciudadano (MC) esgrimieron que como no se le iba a incluir en la instalación de la mesa de seguridad, pues estaba de más su presencia, que no hay rencor sino se-lec-ción de in-vi-ta-dos es-pe-cia-les, pues.

Si bien le dieron rebozazo a Lomelí, pues tampoco lo invitaron a la instalación de la primera mesa de coordinación estatal de seguridad pública, el empresario estuvo en la sexta reunión, pero de la mesa federal de coordinación estatal. Además, con los diputados locales de Morena tuvo un “productivo encuentro” con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, con selfi incluida.

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A propósito de los asistentes VIP a la sesión solemne en el palacio legislativo, las calles y avenidas principales del Centro Histórico de Guadalajara se convirtieron en estacionamiento para los invitados especiales del nuevo mandatario refundador, mientras peatones y automovilistas que no gozaron de la etiqueta tuvieron que rodear el cerco para llegar a sus destinos. ¿En qué otros eventos habíamos visto eso?

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Total, ayer estuvo durante horas en los primeros dos lugares del trending tropic de Guadalajara, con los hashtags #Refundación y #AlfaroGobernador. Se tomó selfis al por mayor, saludó cientos de manos efusivas, recibió cientos de abrazos de felicitación, habló más de una hora en palacio legislativo y se echó un rollito en Plaza Liberación. Se desveló para tomarles protesta a medianoche a los cuatro integrantes del gabinete de seguridad pública, dio entrevista a reporteros, se echó una platicada con el gobernador de Chihuahua, Javier Corral; saludó a gobernadores de aquí y de allá, y con el don de la ubicuidad, ¡hasta subió (le subieron) medio centenar de mensajes con fotografías, videos y/o textos sólo en Twitter mientras hacía tooooodo lo demás! ¡Quihúbole!

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