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Balance del que sale y desafíos del nuevo gobierno

Entregar grandes obras es una vieja costumbre de los gobiernos para mostrar que se ha tenido un desempeño adecuado en la gestión, como si fuesen los únicos resultados que debieran presentarse. Cierto es que pueden ser los más vistosos, pero los problemas de fondo, como mejorar las condiciones de seguridad, bajar los índices delictivos y la violencia, prestar buenos servicios de salud o tener un plan integral de movilidad para las principales ciudades de Jalisco también requieren de un buen trabajo de planeación, mover algunas inercias o afectar intereses para satisfacer las necesidades de la mayoría de los gobernados.

El gobierno saliente, como para no quedarse atrás del federal, entregó obras inconclusas como el Paseo Alcalde y señaladamente el viaducto del Periférico y Parres Arias, en donde se abrieron los carriles centrales, pero aún no están concluidos los accesos laterales ni pasos peatonales para cruzar del CUCEA a la acera opuesta del Periférico, ni los puentes proyectados para la seguridad de peatones y estudiantes. Éstas son dos obras importantes que no alcanzó a concluir el gobierno de Aristóteles Sandoval, para lucir y presentar como resultado de su exitoso desempeño.

Pero Jalisco no sólo es el Área Metropolitana de Guadalajara; la violencia en la capital, municipios y regiones diversas sigue alimentando la percepción de que la inseguridad crece y lo peor es que el incremento de las carpetas de investigación abiertas ha sido sostenido desde 2014 y en el cierre lo corroboran las mil 596 que se registran en 2018.

Se presume con cierta razón que en este sexenio se generaron más empleos en Jalisco. En 2012 suman 41 mil 375 los nuevos empleos y se registra un incremento constante hasta 2017, en que se llegó a 93 mil 631 empleos generados; sin embargo, 31 por ciento de los empleos perciben de dos a tres salarios mínimos, 24.1 por ciento, de uno y hasta dos salarios mínimos; es decir que más de 50 por ciento tiene los ingresos más bajos y que el empleo generado es más bien precario, como recientemente lo corroboró el estudio ¿Qué has hecho, gobernador?

La atención a la salud en estos seis años tuvo una crisis muy fuerte debido a que los perfiles de los encargados realmente no cubrieron las exigencias del cargo que se les asignó. Cruces Mada será recordado como el secretario de Salud más inepto e ineficiente que haya tenido Jalisco y todo por querer sostener a los cuates en cargos para los que no tienen la talla y, peor, se fue dejando deudas por 93 millones aquí y allá. Al final, el gobernador tuvo que recurrir al ya experimentado ex secretario panista Alfonso Petersen para que le ayudara a sacar a buey de la barranca, me refiero al sector salud.

A fin de cuentas, los pendientes que deja el gobierno saliente se convierten de manera inevitable en desafíos para el gobierno que llega. Por desgracia, la inacción, la omisión y la incompetencia contribuyeron a agudizar los problemas. Esperamos que, en movilidad, de lo que sabe Alfaro, por fin podamos ver algo diferente y que responda a las necesidades de los jaliscienses.

Atender las problemáticas específicas de las regiones de Jalisco es un reto que se ha dejado de lado; desde la administración de Alberto Cárdenas no se ha avanzado mucho y es imprescindible retomar el desafío.

En Jalisco diversos retos se han enfrentado sin la seriedad que requieren, sin visión estratégica y tratan de corregirse al final del sexenio. El gobierno entrante deberá tomar nota, arrancar con un buen plan estratégico, con las personas idóneas para llevarlo adelante en cada uno de los rubros, evaluar periódicamente los avances y, al final, rendir buenas cuentas de la gestión que se hizo con los resultados a la vista; no a las prisas y a medias.

da/i

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