Buenas, malas

Buena. Chemical Brothers, Tame Impala y Yeah Yeah Yeahs serán parte del festival Corona Capital, me lo han confirmado y después de ver a los Chemical en la edición de la Ciudad de México, seguro nos iremos con mejor sabor de boca que en la edición de este año donde The Killers sólo le gustó a las acompañantes de muchos asistentes.

Mala. El presidente de municipal de Zapopan, Pablo Lemus, cedió y le ha confirmado a empresarios que desde 2019, al menos en su administración, no habrá más conciertos en el Parque Trasloma por presión de vecinos, incluido el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, Alfonso Hernández Barrón; le estaban violando el derecho humano del sueño y emitió medidas cautelares contra el ayuntamiento zapopano por “presiones” de ciudadanos que se quejaron en el organismo por el infernal escándalo de los conciertos. Entre los vecinos, el defensor.

Buena. Hay muchos espacios en la ciudad para hacer conciertos, en 2019 se verán activos los alrededores del Estadio Akron.

Mala. Vecinos de Terraza Vallarta comenzaron a “hacer ruido” por el festival Roxy que se realizará el 23 de febrero y que desean fuera de su barrio, también en Zapopan, municipio que ya lidió con el festival Dreamfields y que se le está juntando el descontento contra una industria que genera derrama económica, empleos e impuestos. Apunta a ser la papa caliente de los Reyes Magos.

Buena. Habría que ponerlo entre comillas. Esta semana se reveló una historia con voces de cantantes que trabajan ya directamente con Spotify como una disquera. Desde abril se había advertido que la plataforma de streaming tiene proyectos para acabar con las disqueras de la manera que Netflix acabó con los lugares de renta de películas. Dentro de los beneficios está recibir la mitad de las ganancias generadas por la reproducción en línea (antes eran de máximo 20 por ciento), incluso la idea es generar un departamento de marketing y otro que haga giras. Los primeros experimentos han comenzado con artistas incipientes.

Cuando Spotify mida sus números, va a comenzar la madre de todas las batallas en la industria musical, una reconfiguración del copyright, los derechos de autor y una redistribución del dinero que los fans y las marcas invierten en sus artistas.

Mala. Muchos músicos, de esto, no tienen idea.

Buena. La Confederación Internacional de Autores y Compositores anunció esta semana sanciones para la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) en España por un fraude con los recursos generados por la música de televisión por las madrugadas.

Mala. Los músicos no hablan del tema. ¿Así cómo?

@tuamigoFranco

da/i