El mármol como puente entre dos tiempos

Una forma de salir de la zona de confort, pero también de reflexionar respecto al tiempo y la perspectiva, fue la motivación para que el colectivo tapatío Sector Reforma trabajara en una exposición hecha con distintos tipos de mármol. El material fue crucial y central en este sentido: la muestra se inauguró en un espacio hasta entonces dedicado a la exhibición de materiales de ese tipo importados por el italiano Luigi Sasso.

Las alrededor de 50 piezas escultóricas se inauguraron el mes pasado. Cada artista participa con un conjunto de ideas que trabajaron durante alrededor de nueve meses, las piezas buscan, a su manera, reinterpretar el sentido de este material complejo y sus metáforas.

Curada por Guillermo Santamarina, Non lineal self, como se titula, propone otras lecturas del colectivo que cumplió 15 años en 2018. Quienes conforman Sector Reforma esta vez en colaboración con Sasso, hasta ahora dedicado a la importación de mármol con fines arquitectónicos, y crearon varias series hechas con el preciado material, en una búsqueda en donde la roca y sus cruces conceptuales entre el arte clásico y el contemporáneo es el protagonista.

En el texto de sala, Santamarina explica que la expo es también una reflexión sobre “las definiciones de los procesos artísticos, sobre los límites del artista como gestor de ideas, o acaso el papel político de los creadores, como los alcances objetivos y subjetivos del significado de la obra de arte, o las estrategias que permiten ponerla en pie, sus mecanismos de producción, promoción y consumo…”.

Javier Cárdenas Tavizon, por ejemplo, trabajó en la serie Space transit, piezas en las que varios componentes geométricos dialogan con la idea de trabajar en tres dimensiones.

La perspectiva y el artista como centro de esa percepción, como en una reinterpretación del homenaje al cuadrado de Josef Albers, la arquitectura regionalista y al mismo espacio y el material.

“El tiempo en el sentido de lo que toma transitar la percepción y, frente a una pieza de arte, lo que toma mirarla desde todas sus posiciones, todas las piezas son juegos con las figuras y todo lo que representan”, contó en entrevista el creador. “Insertar un espacio dentro de un espacio dentro de un espacio en una misma retícula… hay muchas referencias al mismo tiempo y al mismo arte, como ver cientos de años en un mismo objeto”.

Santino Escatel por su parte trabajó en varias piezas que quieren quitarle su sentido pesado e inmóvil al material. “Sublimar la piedra, convertirla en textil”, contó. “Parte de la idea que tenía Luigi (Sasso) al proponernos el proyecto era que la mitad fuera trabajada con un sistema motorizado que cortan la piedra y la otra mitad hecha a mano”.

A estas piezas trabajadas en conjunto con otros objetos, sobre todo de trabajo, también se integran algunas fotografías que desarrolló el colectivo el año pasado en la Bienal de Venecia de monumentos históricos y edificios de Italia que se relaciona en balance con las piezas escultóricas..

Alejandro Fournier realizó sus piezas sobre varios temas que comienzan con la imagen de un maletín que dejó su padre antes de morir que contenía documentos importantes que hablaban de él mismo y de su infancia. La memoria, las conexiones entre el universo y sus mensajes, el lenguaje y su misma práctica artística aparecen en varias de las piezas.

“Buscaba conectarme y preguntarme qué sucede o qué sucedería en una conexión hipotética”, dijo.

Piezas de referencia al lienzo en blanco, la interpretación física del mensaje sonoro que mandó Carl Sagan en código en los 70, un mensaje sobre la población y la fisionomía del humano, la genética, información muy básica sobre la civilización, son su aportación a la expo.

“El ejercicio fue muy claro sobre la materia y quise incluir otro tipo de materiales, cada uno trató de salirse un poco de esto. Hay muchas capas y registros de procesos y tiempos que le va muy bien a este momento en nuestra práctica”, dijo.

Luigi Sasso, por su parte realizó varias esculturas en las que la construcción, la idea de la luz y la transgresión de la línea en la arquitectura resultan cruciales. Él mismo propuso esta colaboración en busca de darle otro sentido al espacio en el que hasta ahora había trabajado la piedra como materia prima para desarrollos más grandes, convertirlo en un nuevo espacio dedicado a las artes como proyecto a largo plazo.

Conócela

La muestra está disponible en Vidrio 2114, esquina Marsella, a una cuadra de Chapultepec en la colonia Americana. Es necesario concertar cita al teléfono (33) 3616 3832. Las visitas son sólo de lunes a sábado

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FRASE

“Parte de la idea que tenía Luigi (Sasso) al proponernos el proyecto era que la mitad fuera trabajada con un sistema motorizado que cortan la piedra y la otra mitad hecha a mano”
Santino Escatel, artista

JJ/I