México demanda el mejor esfuerzo

La semana pasada cerré con dos eventos a los que fui invitado, uno de ellos la presentación del libro Jalisco 2018, Alternancia e Incertidumbre donde pude saludar a algunos amigos, importantes funcionarios de la administración saliente.

El libro y discursos de quienes lo presentaron mencionan diferentes temas que impactaron el año 2018. Las elecciones presidenciales, estatales y municipales; la violencia que ha saturado literalmente de cadáveres nuestro Jalisco, la descomposición del gobierno y la falta de credibilidad en las instituciones que han generado hartazgo hacia los impunes personajes que ejercen el poder cuando debieran estar sirviendo a la comunidad que los eligió, inconsistencias en el rendimiento de cuentas que opaca la transparencia, los intereses encontrados y la poca justicia alrededor de los grupos indígenas; los chanchullos de la Ssa, la problemática vial ante el infrenable crecimiento del parque automovilístico que se complica por la falta de adecuadas vialidades y la pobre red de transporte colectivo a pesar de los esfuerzos por construir una nueva línea del Tren Ligero, el incremento de las tomas huachicoleras. Desnuda la falta de seguridad para las mujeres que son violentadas, acosadas y que viven bajo la desigualdad, entre otros temas escalofriantes que contrastan con otras evidencias en el documento histórico presentado por el periodista Guillermo Ortega quien también habla del progreso y los detonadores del desarrollo económico, del progreso de diversas instituciones educativas, de los convenios internacionales para el comercio.

Se suman al documento hechos históricos de diversos países y ante ello, Benjamín Ortega presenta la incertidumbre que vive el mundo, y en especial México, ante la era de mayores cambios políticos, sociales y tecnológicos.

Ese mismo día asistí a un evento cívico en el Colegio Unión México y ahí escuché miles de voces de niños y jóvenes estudiantes hacer una promesa que todos los días repiten a nuestro símbolo patrio antes de iniciar las labores escolares. A coro les escuché recitar con gran pasión: “Bandera nacional, símbolo de nuestra patria. Patria significa mi tierra, mi hogar, mi familia, mis amigos y mi país. Estoy consciente de que México será mejor, cuando cada uno de nosotros haga su mejor esfuerzo por ser un excelente ciudadano. Hoy, así lo haré. Ruego a Dios bendiga a México, a mi familia y a mi persona. ¡Viva México!”.

Aún se me pone la piel de gallina cuando recuerdo sus voces levantando su brazo. No me queda duda que en nuestro sistema educativo hace falta educar en valores cívicos que provoquen una nueva generación más comprometida. Felicidades a quienes colaboraron en la elaboración del libro y a los estudiantes que trabajan por un mejor futuro inmediato.

[email protected]

@Saucedodlallata

JJ/i