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El Venero renace con su misma vocación

Cercano. Además de su independencia, el espacio se caracteriza por su cercanía con el público al contar con un escenario de cámara para diferentes disciplinas. (Foto: Alfonso Hernández)

A principios de este año la noticia hizo que la comunidad teatral de Guadalajara suspirase con nostalgia: el legendario centro teatral y cultural El Venero volvería a la ciudad con una propuesta fresca y a la vez de recuperación de los valores con los que se levantó en los 90: ser un espacio para la comunidad, independiente y libre de burocracia.

A pesar de que la inauguración oficial ocurrió apenas el 25 de noviembre para los amigos cercanos y parte de la comunidad que solía reunirse en los tiempos dorados del espacio, será hasta enero cuando El Venero comience a operar con regularidad con varios eventos y cartelera.

Olga Valencia contó en entrevista con NTR que quienes conforman el equipo de esta nueva travesía que empiezan se encuentran emocionados. Confesó que decidieron volver por la mala costumbre que tienen como grupo de teatro de ensayar a su modo y en sus tiempos en su propio espacio. Además de ella y Javier Serrano, cabezas principales del proyecto, Nataly Villegas y Ana Romo se subieron al barco y han trabajado durante este año para restaurar el espacio y dejar todo listo para comenzar la función.

No ha sido un camino fácil.  “Un proyecto como éste implica mucho conocimiento de causa, mucho dinero, tiempo y vida, vocación, muchas cosas. Cuando decidimos entrarle a este proyecto que nos ha dado tanto, entendimos que sería una lucha complicada”, dijo Olga.

Los trámites fueron, para ellos, lo más complicado, sobre todo porque encontraron menos visión por parte de las autoridades para crear centros culturales como éstos. La falta de sensibilidad respecto al papel que juegan estos sitios en la sociedad fue el principal impedimento para que, como tenían planeado, para la gestora cultural y docente el hecho de que los trámites para un espacio cultural sean los mismos que para una cantina o una discoteca impide que la cultura siga desarrollándose en el municipio.

Sin embargo, la misión sigue de pie y nada los hace desistir en este sueño al que ya se sumaron varios actores, actrices y directores que quieren ver a El Venero en pie.

“Fue un espacio que nos permitió darnos cuenta de cómo funciona el papel de los teatros dentro de una sociedad y cómo aporta culturalmente a una comunidad, cómo modifica ciertos aspectos en su núcleo, el hecho de compartir con otros grupos, desarrollar ideas en comunidad, ofrecer talleres se convierte en una escuela permanente sobre nosotros mismos. Aprendimos que es interesante y urgente en nuestros tiempos”, dijo.

En esta nueva etapa, El Venero tendrá un giro abocado sobre todo en el arte emergente. “Hemos visto cómo se han venido desarrollando los nuevos talentos, sobre todo quienes han decidido profesionalizarse y se preparan en la licenciatura. Hay una gran cantidad de artistas creando cosas interesantes, hoy más que nunca vemos que hacen falta los espacios que le den cabida a todas estas propuestas”, dijo Valencia.

Abierto. Manifestaciones artísticas como la pintura tendrán cabida en el espacio, con requisitos de calidad por encima de papeleos burocráticos.
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FRASE

“Un proyecto como éste implica mucho conocimiento de causa, mucho dinero, tiempo y vida, vocación, muchas cosas. Cuando decidimos entrarle a este proyecto que nos ha dado tanto, entendimos que sería una lucha complicada”
Olga Valencia, actriz y directora teatral

Cronología

  • El Venero abrió sus puertas por primera vez el 25 de noviembre de 1992
  • Fue sede de al menos 15 festivales de distinto carácter, muchos de ellos internacionales
  • Después de 10 años, en 2002 por problemas con los arrendadores de la casa, entonces ubicada en Gregorio Dávila 76, cerró oficialmente
  • Ahora a principios de enero de 2019 comenzará a operar, esta vez en Reforma 508, esquina con González Ortega
  • Sus muros son aprovechados como galería para artistas emergentes y consagrados

JJ/I