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Gasolina: desabasto político

Mientras en cinco estado del país se padece de manera grave el desabasto de gasolina, el gobierno lopezobradorista –que niega que eso sea cierto– argumenta que ha emprendido un operativo nacional para combatir el robo del hidrocarburo mediante el cierre de las válvulas que lo distribuyen, lo que ha provocado el problema que niega.

Se ha dicho que la acción del gobierno federal tiene un alto tufo político por afectar a entidades gobernadas por partidos políticos distintos al que pertenece –Morena– el presidente Andrés Manuel López Obrador: Guanajuato y Querétaro, gobernados por el PAN; Estado de México y Oaxaca, gobernados por el PRI; Michoacán, gobernado por el PRD, y Jalisco, donde gobierna el partido Movimiento Ciudadano.

En este marco, al paso de los días en los que los automovilistas de estos estados hacen circo y maroma para conseguir algunos litros del hidrocarburo, la Procuraduría General de la República ventiló el fin de semana el resultado de las acciones emprendidas contra el robo del combustible, con un total de 261 mil litros de gasolina presuntamente sustraído de manera ilícita en cinco entidades, de los cuales casi la mitad correspondieron a Jalisco.

La PGR informó que del hidrocarburo asegurado, 45 por ciento –119 mil 500 litros– se recuperaron en Tlajomulco, Zapotlanejo, Zapopan y Tala, en tanto que en nuestra entidad se localizaron y clausuraron 10 tomas clandestinas de las 34 detectadas.

Creo que está por demás contar las peripecias que quienes utilizamos automóvil hemos enfrentado para abastecernos de gasolina, algunos corriendo con buena suerte y adquirir sin restricciones –tanque lleno, por ejemplo– la necesaria, mientras que otros se conforman con la venta condicionada o limitada a determinado número de litros.

Pero a estas alturas llama la atención que una de las entidades donde se ha denunciado que el robo de gasolina es uno de los más altos y en donde se han llevado acciones violentas en su combate, no enfrente el problema de desabasto como en las otras mencionadas a las que ya ayer se había sumado la Ciudad de México donde una gasolinera en Iztapalapa se vio obligada a cerrar por falta del combustible. Y me refiero en concreto al estado de Puebla.

Una rápida revisión a las noticias de los últimos meses de 2018 publicadas sobre el problema del huachicoleo en Puebla nos arroja el siguiente resultado: 1. Enfrentamiento entre huachicoleros y elementos de seguridad en la colonia Santo Domingo del municipio de Huejotzingo (Noticieros Televisa. 04/agosto/18); 2. Enfrentamiento entre huachicoleros y elementos del Ejército en San Martín Texmelucan, así como en San Cristóbal Tepatlaxco; en San Lucas Atoyatenco uniformados descubrieron a sujetos extrayendo gasolina; y en la colonia La Purísima, huachicoleros agredieron a elementos de seguridad pública (Excélsior. 31/agosto/18); 3. Es abatido por elementos de la Marina el líder de los huachicoleros conocido como Comandante 30, acusado también de asesinar a seis policías en Amozoc el 15 de junio, entre otros delitos (El Universal. 27/agosto/18); 4. El Ejército aseguró 82 vehículos utilizados por bandas dedicadas al robo de combustible y aseguraron casi 100 mil litros de distintos hidrocarburos (El Universal. 11/diciembre/18).

¿Alguien del gobierno lopezobradorista nos podría explicar por qué en Puebla no hubo desabasto de gasolina, no obstante ser una de las entidades donde se tiene registrado un alto porcentaje del robo de combustible? La respuesta llega sola: porque en los próximos meses se llevará a cabo la elección de gobernador tras la muerte de la gobernadora panista Erika Alonso.

Entonces: ¿Tiene o no tintes políticos la actuación de AMLO en el combate al huachicoleo? Es aplaudible este combate, pero ¿se vale con el ingrediente político-partidista?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I