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Las bacterias mutantes de la EEI

El cambio en los factores sí ha producido que las bacterias encontradas en la EEI mutaran. (Foto: Especial)

Un estudio ha analizado el genoma de las bacterias de la Estación Espacial Internacional (EEI) y se ha encontrado que factores como la ingravidez o la radiación no hacen más virulentos a estos microbios.

A finales de noviembre la Estación Espacial Internacional cumplía 20 años. Pero, también, era objeto de estudio debido a que se habían encontrado cinco cepas de bacterias en las superficies de la nave.

Estas cinco cepas resultaron ser resistentes a los antibióticos. Aun así, los expertos no dejaron que la alarma cundiera a afirmar en varias ocasiones que no suponían ningún riesgo para los astronautas presentes. No obstante, investigar un poco más sobre estas bacterias, sobre todo porque así tendríamos información sobre si al cambiar determinadas características como la presión o la gravedad, esto afectaría a los microorganismos o, por el contrario, les era indiferente.

Ahora tenemos una respuesta. Un nuevo estudio de la Universidad Northwestern en Illinoise, Chicago (Estados Unidos) y publicado por la revista mSystems. Hartmann demuestra que a pesar de las “condiciones aparentemente difíciles, la EEI no está causando que las bacterias muten en superbacterias peligrosas y resistentes a los antibióticos”, tal y como afirma la institución en un comunicado de prensa.

 

Mutaciones genéticas

El cambio en los factores sí ha producido que las bacterias encontradas en la EEI mutaran: estos microorganismos contienen “genes diferentes a los que tienen en la Tierra”, afirman en el comunicado. Pero estos genes, matizan, no hicieron que las bacterias fueran más perjudiciales para la salud humana. Al final lo que han hecho estos microorganismos es que han evolucionado para “sobrevivir en un ambiente estresante”.

“Se ha especulado mucho acerca de la radiación, la microgravedad y la falta de ventilación, y cómo esto podría afectar a los organismos vivos, incluidas las bacterias”, ha comentado en el comunicado Erica Hartmann, profesora asistente de ingeniería ambiental en la Universidad de Northwestern, quien dirigió el estudio. “Estas son condiciones estresantes y duras. ¿Selecciona el entorno a las superbacterias porque tienen una ventaja? La respuesta parece ser ‘no’”, añade.

¿Cómo se comportan los microbios en ambientes cerrados?

Viajar a Marte parece una idea que cada vez está más próxima, aunque habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Sin embargo, algunas de las cuestiones más importantes al pensar en esta posibilidad ya están comenzando a aparecer. Por ejemplo, una de las preguntas que los investigadores se hacen es ¿cómo se comportan los microbios en ambientes cerrados?

La EEI es una buena fuente de información porque es un ambiente cerrado en el que conviven humanos y microbios como las bacterias. “La gente estará en pequeñas cápsulas donde no pueden abrir ventanas, salir al exterior o hacer circular el aire durante largos períodos de tiempo”, ha comentado Hartmann. "Estamos realmente preocupados por cómo esto podría afectar a los microbios". Saber que las bacterias no se vuelven superbacterias debido a estos nuevos ambientes implica que los humanos que viajen a Marte podrían estar a salvo.

El Centro Nacional de Información Biotecnológica mantiene una base de datos disponible públicamente, que contiene los análisis genómicos de muchas de las bacterias aisladas de la EEI. De esta forma, Hartmann y su equipo han podido usar estos datos para comparar las cepas de Staphylococcus aureus y Bacillus cereus en la EEI con las de la Tierra. La primera bacteria se encontró en la piel humana y contiene la cepa MRSA que es difícil de tratar mientras que la segunda vive en el suelo y tiene menos implicaciones para la salud humana.

Para que las bacterias puedan vivir tranquilamente en la ISS, solo aquellos con genes ventajosos se seleccionan o mutan, así pues los genes de aquellos microbios que dan respuesta al estrés son los que sobreviven y les permiten comer, crecer y funcionar en un entorno hostil.

“Con base en el análisis genómico, parece que las bacterias se están adaptando a la vida, no evolucionando para causar enfermedades”, ha explicado en el comunicado Ryan Blaustein, becario postdoctoral en el laboratorio de Hartmann y primer autor del estudio. “No vimos nada especial sobre la resistencia a los antibióticos o la virulencia en las bacterias de la estación espacial”, ha afirmado.

Esto puede ser buenas noticias para los astronautas, que son extremadamente sanos, mientras que para los potenciales turistas espaciales puede ser un pequeño problema: “Los astronautas son personas extremadamente sanas. Pero mientras hablamos de expandir el vuelo espacial a turistas que no necesariamente cumplen con los criterios de astronautas, no sabemos qué sucederá. No podemos decir que si pone a alguien con una infección en un lugar cerrado en el espacio que no se transferirá a otras personas. Es como cuando alguien tose en un avión y todos se ponen enfermos”, concluyen.

“Parece que las bacterias se están adaptando a la vida, no evolucionando para causar enfermedades”
Comunicado de la Universidad Northwestern

“No vimos nada especial sobre la resistencia a los antibióticos o la virulencia en las bacterias de la estación espacial”
Ryan Blaustein, becario

“Se ha especulado mucho acerca de la radiación, la microgravedad y la falta de ventilación, y cómo esto podría afectar a los organismos vivos, incluidas las bacterias”
Erica Hartmann, profesora asistente

BANCO

El Centro Nacional de Información Biotecnológica mantiene una base de datos disponible públicamente, que contiene los análisis genómicos de muchas de las bacterias aisladas de la EEI

CONVIVENCIA

La EEI es una buena fuente de información porque es un ambiente cerrado en el que conviven humanos y microbios como las bacterias

da/i