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El buen café de El Terrible Juan

Nuevo rumbo. El éxito de El Terrible Juan fue tal que llevó al propietario de El Terrible Juan a dedicarse de lleno al mundo del café. (Fotos: Grisel Pajarito)

Lo que comenzó como un deseo por experimentar con el café terminó en uno de los sitios más reconocidos por los jóvenes amantes de esta bebida en Guadalajara: El Terrible Juan.

Se trata de un negocio que opera desde 2015 en la calle José Guadalupe Montenegro,  en la colonia Americana.

El Terrible Juan nació con la idea de convertirse en un lugar para compartir con amigos; sin embargo, la calidad de sus productos lo llevó a convertirse en una cafetería que actualmente ofrece un extenso menú de bebidas así como platillos dulces y salados que, según Juan Carlos Yerenas, su propietario, hacen sentir a todo mundo como en casa.

“Yo siempre quise un barra de café. Empezamos enfrente de donde hoy nos ubicamos, en una pequeña cocherita donde cabían nueve personas sentadas y lo atendía yo solo, de 9 a 14 horas. Fue pensado más que nada para mis amigos y porque me gustaba el café. Yo me dedicaba a otra cosa, pero como pude comencé a aprender más de esto”, recuerda Juan Carlos.

 “En 2014 tomé un curso muy básico de café; allí aprendí lo que era un espresso, pero más bien me aventé así, porque creo que así son las mejores decisiones. Ya después me metí a estudiar un poco más de los procesos de extracción, métodos y tipos de café, hasta que evolucionados a lo que somos ahora”.

Si bien es fácil deducir que se trata de una derivación del nombre de su dueño, la realidad es que el sitio guarda un trasfondo personal de Juan Carlos: “Así me decían de niño. Cuando estaba buscando un nombre para el lugarcito, me senté con varios amigos a lanzar ideas y todos coincidieron en que El Terrible Juan era el mejor. Además, me identificaba con el nombre; una vez que el lugar creció los clientes lo adoptaron bien y es algo fácil de recordar”, expresa.

De boca en boca

No llevaba ni seis meses de apertura cuando al pequeño local de El Terrible Juan empezó a llegar cada vez más gente. Los clientes debían esperar para adquirir un vaso de café.

“Pronto me empezaron a pedir platillos salados y sacamos tres: el Terrible bacon cheese sándwich, que es como la estrellita de acá y que lleva cuatro quesos, envuelto en tocino bañado en maple y va al horno; unos mofletes de cuatro quesos con frijoles, y unos huevos al horno que se montan sobre pan, tocino y queso. Yo quería platillos que le recordarán a mi infancia y lo que me gustaba comer; todo muy casero”, dice Juan Carlos.

Ese menú atrajo a muchas más personas. El éxito fue tal que llevó al propietario de El Terrible Juan a dedicarse de lleno al mundo del café y a mudarse a un lugar más amplio, la casa donde actualmente ofrece su oferta culinaria.

“Prácticamente en dos semanas hicimos el cambio, sin avisarle a nadie, sólo se empezó a remodelar todo esto. Un sábado abrimos medio día en el antiguo local y al lunes siguiente ya estábamos aquí. Nuestro aviso de mudanza fue con sólo un letrero. Ese lugar aún se conserva y es donde ahora tenemos nuestro taller de café frío, que se embotella y distribuye a diversos lugares”.

Para Juan Carlos, el mayor logro de El Terrible Juan, es la calidad de su café, por lo que hasta la fecha se concentra en mejorar cada vez más su proceso, desde la calidad de los granos hasta el producto final que llega a la mesa de los aficionados a esta bebida.

“El café es nuestro centro; de hecho, al entrar lo primero que se ve es la barra, y es como darle su importancia al café, que tiene que pasar por un proceso larguísimo antes de llegar hasta el aficionado a esta bebida. Eso es lo que nos gustaría dar a conocer, el trabajo que representa su creación”
Juan Carlos Yerenas, propietario de El Terrible Juan.

Las barras

José Guadalupe Montenegro 1871, colonia Americana

Rubén Darío 1244, colonia Providencia

da/i