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Más dimes, más diretes…

Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre, pero no podrás engañar siempre a todos
Abraham Lincoln

…y menos gasolina, menos cada día.

Promesas y más promesas, sólo palabras huecas que han tenido a los tapatíos perdiendo una enorme cantidad de horas-hombre, en innumerables ocasiones de manera infructuosa, formados en las interminables filas que se hacen afuera de las estaciones de servicio de gasolina.

Basta con que alguien publique en redes que llegará gasolina a tal o cual estación para que se corra la voz y automáticamente se formen muchos en el sitio señalado. No importa la fuente del dato, tampoco la hora o que el lugar esté cerrado y no haya más que un trasnochado velador –que no puede echar ni un momentáneo coyotito– atendiendo las preguntas de los conductores que se encuentran en la fila.

Es tal la desesperación por conseguir gasolina –aunque sean unos pocos litros para resolver las cosas cotidianas más urgentes que se tienen pendientes– que los rumores se viralizan y, en un dos por tres, tenemos varios cientos de vehículos formados con esperanzados ciudadanos que cada día tienen menor tolerancia a la frustración.

Ante la emergencia que ha supuesto el evidente y cada vez mayor desabasto de combustibles en todo el estado, pero principalmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), la ciudadanía se ha organizado tal como lo hace en los casos de desastres naturales –como terremotos, huracanes y demás–. Se han creado comunidades a través de aplicaciones como WhatsApp, Telegram o simples mensajes de texto que los mismos usuarios alimentan avisando en qué estaciones de servicio hay combustible, qué tan larga es la fila, etcétera. Aunque, como en todo, no faltan los que postean mensajes ajenos al propósito para el que fueron creados los grupos.

Otros que se han esforzado son los desarrolladores de aplicaciones que han puesto a disposición del público algunas como GasGas que es asimismo alimentada por usuarios; también, los propietarios de las nuevas concesiones de gasolineras tales como OXXOGas y PetroSeven, que han creado páginas web en las que informan acerca del abasto de sus establecimientos. Todo lo anterior resulta útil para confirmar los datos que difunden los grupos particulares.

Actitud positiva

El que se puso las pilas fue Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, gobernador de Guanajuato, quién, en cuanto fue evidente la falta de combustible, hizo contacto con productores de gasolina en Texas, Estados Unidos, para enlazarlos con los distribuidores en su entidad a efecto de importar, mediante un arreglo comercial entre particulares, casi 10 millones de litros del energético, mientras se regulariza el suministro de Pemex.

¿Y Salamanca, apá?

Aunque en Jalisco la situación es similar, si no es que incluso más apurada, la reacción del gobernador Enrique Alfaro fue diferente y no pasó de exigir al gobierno federal que regularice el abasto del carburante, principalmente en la ZMG, donde la falta de suministro ha alcanzado niveles cercanos a 80 por ciento.

Alfaro comenzó con críticas que fue suavizando hasta ponerse de modo y ofrecer al presidente total colaboración de su gobierno para custodiar ductos y pipas en el estado, pero ni así ha obtenido solución al problema. Desde el presidente López y el director de Pemex Romero para abajo, los funcionarios federales sólo le han dado atole con el dedo, y nomás no llegan los volúmenes de gasolina que le han prometido. La última mentira, la del ducto Salamanca-Guadalajara, se ha venido repitiendo desde hace 10 días y es hora que, con los más diversos pretextos, nomás no lo abren de forma regular.

@BenitoMArteaga

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JJ/I