Fiebre de partidos políticos

¿Alguien se iba a imaginar que al reducirse las prerrogativas a los partidos políticos a partir del año que inicia se iba a presentar la demanda de registro de nuevos institutos políticos como si estuvieran en oferta? Estoy seguro de que muchos de nosotros no, pero sin duda hay quienes tienen muy bien proyectada su estrategia para ser uno de los protagonistas del próximo proceso electoral en 2021.

El fin de semana se anunció la creación del partido México Libre con el ex presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa y su esposa, Margarita Zavala, como fundadores, así como uno más impulsado por el yerno y nieto de la poderosa ex dirigente del magisterio Elba Esther Gordillo Morales, Fernando González Sánchez y René Fujiwara, respectivamente, a través de sus denominadas Redes Sociales Progresistas (RSP) que el domingo celebraron su primera convención nacional.

Pero hay otros más que se encuentran en el horno y seguramente pronto formalizarán su petición de registro ante el Instituto Nacional Electoral. Me refiero, por lo pronto, al que se perfila para denominarse Alternativa –hoy agrupación política nacional– bajo el patrocinio de César Augusto Santiago y el ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, así como el que llevaría por nombre Nueva Esperanza, que promueven nada menos que René Bejarano y su esposa, Dolores Padierna. Estos dos últimos ya cuentan con simpatizantes aquí en Jalisco que han comenzado a trabajar en esta tarea.

De estos cuatro seguramente futuros partidos, por lo pronto dos serán algo así como sucursales o partidos políticos satélites del partido lopezobradorista Movimiento Regeneración Nacional (Morena): el ligado con la maestra Elba Esther Gordillo y el de Bejarano y Padierna. Por el momento no se alcanza a vislumbrar qué ruta seguirá el de César Augusto Santiago y Ulises Ruiz, pero quizás no nos sorprendería si también advertimos que simpatiza con el morenismo.

El que por supuesto no entra en esta lógica es México Libre, de Calderón y Zavala, pues está más que cantado que nacerá como un partido de derecha ante el desdibujamiento del PAN como partido con esta tendencia desde su nacimiento.

Al saber lo anterior, la pregunta es obligada: ¿son necesarios en México nuevos partidos que vengan a refrescar el espectro político nacional, ante el declive de institutos otroramente fuertes como el PRI, el PRD y el propio Acción Nacional, amén de los que integran la chiquillada, como el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista de México, sobrevivientes del pasado proceso electoral al que no lograron sortear los partidos Nueva Alianza y Encuentro Social?

Sin duda que los futuros partidos afines a López Obrador tendrán una tarea específica: abrirle flancos de apoyo a un partido que no termina por consolidarse a nivel nacional, que ha pospuesto para agosto o septiembre de este año la integración de sus comités estatales y en cuyas filas, en muchas entidades, sus militantes y/o simpatizantes no terminan de ponerse de acuerdo y mantienen una disputa por el control de su organización. Bejarano y Gordillo, con sus respectivos partidos, tendrán la tarea de hacerle llegar a López Obrador simpatizantes por otros conductos que no sea Morena, para continuar su proyecto con miras a los procesos electorales de 2021 y 2024.

A estos cuatro proyectados partidos políticos de carácter nacional hay que sumarle la presumible creación de otros más de cobertura estatal, o sea, locales, en diversas entidades del país. En Jalisco, por lo pronto, ya se prepara la fundación de dos o tres con este carácter, cuya tendencia falta conocer para saber si estarán también del lado del lopezobradorismo o del alfarismo con el partido Movimiento Ciudadano, que están en el poder y son más atractivos. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I