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El callado arte de ser la nana

¿Cuánto vale el trabajo doméstico? En un estudio reciente, el Inegi establece que en 2017 el trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados alcanzó un nivel equivalente a 5.1 billones de pesos, lo que representa 23.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país.

La mayor parte de las labores domésticas y de cuidados son realizadas por mujeres, con 76.7 por ciento del tiempo que los hogares destinaron a estas actividades.

Según el sexo de quien realizó estas actividades, se observó que el trabajo de las mujeres tuvo un valor equivalente a 55 mil 811 pesos, mientras que el de los hombres fue de 20 mil 694 pesos durante el mismo año. Todo esto nos da un marco de referencia para ponderar el costo del trabajo que realiza el personal doméstico en los hogares mexicanos.

La película Roma, de Alfonso Cuarón, retrata graves conductas de la sociedad mexicana en su relación con las trabajadoras domésticas, como la discriminación, la desigualdad social, los abusos, la vida familiar y las mujeres abandonadas; toca fibras sensibles y seguramente ésa es la razón de que esté en boca de todos.

Para muchos, reivindica el callado e invisible arte de ser la nana. En otras palabras, la película llega en el momento en que la Corte, el Legislativo y el nuevo gobierno federal se pronunciaron a favor de los derechos laborales de las trabajadoras del hogar. Coincide con la reivindicación de esa causa, que se había venido aplazando por décadas. Es una cinta que retrata una situación social.

Se muestra la naturalización de la esclavitud a la que se habían sometido las trabajadoras del hogar. Esclavas apreciadas, muy queridas, que forman parte de la memoria de las familias, pero esclavas siempre. Nunca se les integra, nunca tienen los mismos privilegios, nunca forman parte del núcleo de la familia. El cineasta Cuarón sólo describe, y la sola descripción es devastadora.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un fallo a favor de la seguridad social para las trabajadoras del hogar e instó al IMSS a crear un programa de seguridad social para ese sector.

Para la Corte, las trabajadoras del hogar están excluidas del régimen obligatorio del IMSS, y eso violenta su derecho a la seguridad social en igualdad de condiciones. La Corte, entonces, estipula que el Seguro Social debe otorgar seguros de riesgo de trabajo, enfermedades, maternidad, invalidez, vida y retiro por edad avanzada y vejez, a las trabajadoras domésticas.

En este primer semestre de 2019, el IMSS deberá implementar un plan piloto y solicitar partidas presupuestales para hacer realidad el mandato de la Corte.

Se deberá crear un régimen especial de seguridad social para las trabajadoras del hogar, para proponer al Congreso de la Unión las adecuaciones legales necesarias para la incorporación del sistema de seguridad social para las trabajadoras del hogar.

El fallo de la corte fue producto de un amparo promovido por María Garduño Gómez, trabajadora del hogar que por 49 años desempeñó esta labor y pidió ser incluida en el IMSS y tener pagos de salarios caídos, indemnizaciones, entre otras prestaciones.

Las trabajadoras del hogar suman 2.4 millones de personas, en su mayoría mujeres, no tienen horarios establecidos, prestaciones sociales ni salarios justos.

Trabajan hasta 15 horas al día, no tienen días de descanso establecidos e incluso las que trabajan de planta tienen jornadas muy duras, desde el despertar y hasta que van a dormir. Al realizar el trabajo en el interior de una casa se da la invisibilidad de sus labores.

Es necesario realizar un estudio demográfico para conocer sus orígenes, si son indígenas, conocer su nivel socioeconómico, para tener una mayor claridad de esta labor donde se da mucho la incidencia de niñas que se dedican a esta actividad. En esta sociedad mexicana, como se visualiza en la película Roma, aún en el siglo 21, se reproducen estereotipos de discriminación y maltrato a las trabajadoras del hogar.

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JJ/I