Alfaro: rebelión en la granja

Algo sucede al interior del equipo del gobernador Enrique Alfaro Ramírez que puso al descubierto voces discordantes que difícilmente hubiéramos imaginado escuchar a estas alturas del juego, cuando apenas han transcurrido los primeros minutos, léase semanas, de un gobierno que durará seis años.

Cuando creíamos que la salida del primer círculo del grupo alfarista del entonces alcalde de Tlajomulco, Alberto Uribe Camacho, era una golondrina que no hacía verano, no obstante que estaban en la antesala de ganar la gubernatura, ahora que ya se encuentra en el poder las diferencias –algunas sin llegar aún a rupturas– comienzan a florecer públicamente en las últimas semanas.

El martes 22 de enero quien fuera jefe de Fiscalización y Transparencia del Ayuntamiento de Tlajomulco durante el gobierno de Alfaro como alcalde, y el primer presidente de la agrupación política Alianza Ciudadana desde donde se construyó el proyecto alfarista para la gubernatura, Esteban Garaiz Izarra, publicó en Milenio su colaboración habitual con una clara, directa y categórica advertencia al partido Movimiento Ciudadano que desde el título decía todo: “Cuando MC pierda el registro en 2021”, aunque en el cuerpo del texto pronosticó: “En la próxima elección federal (2024), que es la que cuenta para efectos del registro nacional de los partidos políticos, MC con su actitud antihistórica, perderá el apoyo ciudadano”.

Se presume que para esa elección Alfaro buscará ser candidato presidencial.

Posteriormente, con el escándalo por la desaparición del Instituto Jalisciense de la Mujer, voces femeninas identificadas con el alfarismo o con el partido Movimiento Ciudadano se sumaron a las manifestaciones en contra de la decisión del gobernador y que ejecutaron los legisladores de su partido y aliados en el Congreso del Estado, como la de Guadalupe Morfín, quien fue regidora de Guadalajara en el gobierno de Alfaro Ramírez; la de Candelaria Ochoa, ex diputada federal en la pasada Legislatura por el partido Movimiento Ciudadano, y la actualmente legisladora federal por MC Martha Tagle.

La rebelión femenina dentro del círculo alfarista no se hizo esperar.

Y por si no fuera suficiente, ayer se conoció de la primera renuncia dentro del gabinete de Enrique Alfaro, la de Merilyn Gómez Pozos, ex diputada federal por el partido Movimiento Ciudadano, ex directora de Protección Animal en Guadalajara durante la alcaldía de Alfaro Ramírez y quien fungía como enlace del gobierno estatal con los poderes federales, quien ahora será la coordinadora en Jalisco del programa lopezobradorista Jóvenes Construyendo el Futuro, a invitación de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, de quien fue compañera como diputada en la 62ª Legislatura (2012-2015) en San Lázaro.

Trascendió que la renuncia de Gómez Pozos se concretó hace días, luego de entrevistarse con Alfaro a quien con antelación le informó de la decisión que había tomado debido a diferencias insuperables con el jefe de Gabinete, Hugo Luna, y a que prácticamente era ignorada como funcionaria. Obviamente su renuncia no fue del agrado del gobernador.

¿Dónde está el operador político del gobernador? ¿Por qué, a diferencia de tiempo atrás, hoy las voces discordantes dentro del alfarismo no dudan en manifestarse públicamente? ¿De qué tamaño serán los errores del mandatario que nadie se frena o detiene para declarar su oposición? Y destaca lo anterior porque difícilmente se conocían estas expresiones tiempo atrás. Hoy, aunque Alfaro sea el gobernador, la oposición de sus aliados sale a flote.

Con apenas menos de dos meses en el cargo, las cosas no le están saliendo al mandatario como las tenía proyectadas, pues al parecer su principal problema por resolver lo tiene dentro de su propio gobierno.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I