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Movimiento frente a la violencia

Proyecto. Olga Gutiérrez se propone llevar al escenario el tema de la violencia, pero no como una exhibición, sino a partir de una profunda reflexión. (Foto: Alfonso Hernández)

Pensar los afectos, las relaciones y, por consecuencia, las obras para el escenario, es la pregunta que mueve el trabajo más reciente de la bailarina, performer y gestora Olga Gutiérrez, una de las jaliscienses que forma parte desde este año del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).

Ahora mismo, gracias a ese apoyo, está trabajando en una trilogía titulada Cómo poner el cuerpo. Su eje central es la violencia en México y cómo se representa en las artes vivas; en cada pieza le interesa abordar diferentes dinámicas violentas. Fantasmas es la primera pieza y su contexto es la desaparición forzada en México pensado desde el convivio escénico.

“Si los cuerpos que bailan o se mueven o performan desde un escenario lo hacen en presencia de otros cuerpos, los espectadores, y esa es la esencia de lo escénico, me pregunto cómo describir, cómo articular, a los cuerpos que desaparecen frente a sus familiares en estos escenarios sociales”, contó la artista en entrevista.

La primera imagen que le vino fue lo que ocurriría si en la escena el espectador se encuentra con un cuerpo que desaparece para cuestionar las narrativas los discursos y los lenguajes en la escena.

“Me interesa bastante empujar la situación hacia el fenómeno del convivio, es importante para mí poner el tema en diálogo. No me interesa hacer una obra de violencia o violentar cuerpos para hablar de la violencia, una práctica recurrente en el arte de nuestros días, no quiero hacer apología, afuera ya estamos hartos de esto”.

Laboratorio para el pensamiento

Además de la producción artística, Olga trabajará con la comunidad: cada proyecto tendrá un espacio de contexto, este año por ejemplo será un laboratorio de pensamiento donde participarán especialistas del tema de la desaparición forzada para abrir el diálogo.

“El tema de la violencia no es un tema aislado, estamos en un sistema tan corrupto durante todo el año que nos atañe a todos, es cómodo aislarte. Mi apuesta es colocar el tema en la discusión con la comunidad, lo más importante para mí no es hablar del narcoestado, sino entender cómo aquí y ahora yo participo de una violencia o de un abuso o de un maltrato. La comunidad de danza y de artes escénicas tenemos mucho qué decir”, dijo.

El paso que seguiría a la producción es una clínica de socialización del tema en universidades de danza y de teatro para pensar las violencias que van desde el salón de clases en prácticas de acoso o de intimidación, en una búsqueda de hacer redes de apoyo útiles para afrontar lo que Olga llama “comunidad en duelo”.

“Siento que no estamos aquí solo para vender nuestro arte, sino para intentar entender el mundo en el que estamos viviendo y tenemos que pensar seriamente y desde otros lugares cómo vamos a hacer obras al respecto”, dijo.

“He aprendido a que es muy fácil usar el tema y es fácil comercializarlo. Para mí es súper importante entender esa línea delgada en la que empiezas a usar el tema; porque claro, a mí no me han desaparecido a un familiar cercano, pero he estado trabajando con colectivos de desaparecidos para entender qué está pasando no necesito abordarlo desde mi experiencia. No quiero que las cifras sigan subiendo y el conocer y acercarnos a esta situación nos empatiza con el duelo para proponer otras maneras de representación”.

Aunque la obra todavía está en proceso, Olga espera que a mediados o finales de año le sea posible presentar parte del resultado de este proyecto que trabajará durante tres años mezclando en la escena disciplinas como la multimedia, la música y los visuales.

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FRASES

 

“Siento que no estamos aquí solo para vender nuestro arte, sino para intentar entender el mundo en el que estamos viviendo y tenemos que pensar seriamente y desde otros lugares cómo vamos a hacer obras al respecto”

“Lo más importante para mí no es hablar del narcoestado, sino entender cómo aquí y ahora yo participo de una violencia o de un abuso o de un maltrato. La comunidad de danza y de artes escénicas tenemos mucho qué decir”
Olga Gutiérrez, bailarina, performer y gestora

JJ/I