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Fracaso bilingüe

El secretario federal de Educación, Esteban Moctezuma, anunció que en el presente sexenio el inglés será impartido con plataformas virtuales por maestros comunes, aunque no lo sepan hablar. Mencionó que los cerca de 17 mil normalistas del país pueden de manera opcional aprender inglés, pero no los van a esperar para que puedan enseñarlo. Las Normales cada vez tienen menos estudiantes, mayor renuencia para prepararse como maestros bilingües y menos para certificarse internacionalmente.

No existen docentes suficientes que hablen inglés, pocos son los certificados y menos con inglés nativo. Formar teachers tardaría décadas. Los bajos salarios y la pérdida de la dignidad en la profesión hacen que los pocos ciudadanos bilingües no quieran ser maestros. En México se imparte inglés desde 1865 y 154 años después se pretende enseñar a distancia. Internet oferta centena de cursos. Desde hace décadas existen programas a distancia, hasta gratuitamente. Si acaso una insignificante población laborará gracias a dichos cursos.

La SEP ya ha intentado enseñar inglés a distancia con métodos audiovisuales. Hay esfuerzos en telesecundarias y otros programas que apenas han conseguido un aprendizaje de vocabulario y algunas conjugaciones, pero no el nivel para obtener certificaciones internacionales e integrarse a la fuerza laboral. Seguiremos simulando que enseñamos, gastando inútilmente presupuestos. Los educadores bilingües que certifican a sus alumnos por Cambridge University, Toefl o College Board, que es lo que las instituciones superiores exigen para su titulación, saben que hay tres requisitos indispensables para la buena enseñanza: tiempo, mínimo tres clases diarias desde educación básica hasta media superior. Material didáctico –libros, cuadernos de trabajo, audiovisuales–. Maestros que dominen el inglés, de preferencia nativos, que hagan de sus clases una inmersión en el idioma para educar el oído y obtener una adecuada pronunciación.

Si queremos un México bilingüe hay que tomar disruptivas y valientes decisiones, como la modificación curricular logrando que 30 por ciento del tiempo escolar se imparta en inglés; hacer cursos emergentes de formación docente en el inglés, aprovechando a tantos repatriados que lo dominan, pues es más fácil hacer maestro a quien ya lo habla que intentar que los normalistas dominen el inglés con buena pronunciación como para enseñarlo. Si logramos esas dos primeras condiciones, entonces las metodologías, el material didáctico y la interactividad serán lo más fácil de solucionar.

Las reacciones de la sociedad y de organismos como Mexicanos Primero no se han dejado esperar, buscando que se reconsidere la decisión del secretario de Educación, distinguido por ser un hombre inteligente y de sabias decisiones.

@Saucedodlallata

JJ/I