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Alfaro: ¿al diablo la ratificación?

El 6 de mayo de 2012, el hoy gobernador Enrique Alfaro escribió en su cuenta de Twitter: “Cuando haces lo correcto y gobiernas para la gente, no tienes nada de qué avergonzarte. Si el pueblo pone, el pueblo quita. #Ratificación”.

El 13 de abril de 2015, en la misma red social, redactó: “En una #CiudadDigna, si el pueblo pone, el pueblo quita. Me someteré a la Ratificación de Mandato, si no cumplo, me corren. Así de fácil”.

El 13 de julio de 2017, en un tuit que arrobó al entonces gobernador Aristóteles Sandoval, Alfaro dijo: “Si nuestros pdtes. y gobernadores se hubieran sometido a un ejercicio de ratificación, estaríamos hablando de un ahorro de miles de millones”.

El mismo 13 de julio de ese año, escribió otro tuit: “Ojalá antes se hubieran sometido a ratificación. Nos habríamos ahorrado MILES (mayúsculas en el original) de millones que se fueron año con año a la corrupción”.

El 26 de julio de 2017 otro tuit: “Mañana le contesto al gobernador la sesuda reflexión que hizo sobre la #ratificación. Ahora estoy ocupado viendo Bob Esponja con mis hijas”.

El 27 de julio de 2017 escribió: “Como me comprometí ayer, aquí está mi respuesta al gobernador respecto a su reflexión sobre el tema de #Ratificación”. Y lo acompañó de un extenso escrito del que vale la pena recordar estos dos párrafos: “El PRI, el gobernador y sus personeros están concentrados en descalificar un proceso en el que ellos nunca han estado dispuestos a participar (…). Dicen que el ejercicio no proviene de la sociedad, nada más falso que eso. En este país, desde hace muchísimo tiempo los ciudadanos quieren poder correr a los malos gobernantes. En campaña me comprometí a regresarle ese poder a la gente y la ratificación de mandato es mi contribución para lograrlo…”.

El 28 de julio de 2018, abundó en otro tuit: “¿Por qué crees que gobernadores como Duarte, Moreira y todos los del PRI le temen a la ratificación? 3 mdp nos habrían salido MUY baratos”.

El 14 de abril en Acatlán declaró: “Si el pueblo pone, el pueblo quita. Para acabar con estas ideas y estas historias de cada tres años, de una lista de promesas que nunca se cumplen, el remedio infalible es: si el gobernante no funciona, correrlo de su puesto”.

El 30 de noviembre de 2018, al responderle a @onluaguayo, escribió: “Y habrá resultados, Gabriel; de hecho, seré el primer gobernador que se someterá a ratificación de mandato a la mitad del sexenio. Si le fallo al pueblo de Jalisco, podrán votar por mi salida del gobierno”.

Con apenas poco más de dos meses en el cargo, Alfaro Ramírez reculó a toda esa certeza que desde que era alcalde de Tlajomulco resumía en una contundente y categórica frase que, por supuesto, todo mundo le aplaudía y que dice: “Si el pueblo pone, el pueblo quita”, y anunció la semana pasada que ahora dependerá de la reforma sobre el tema se haga a nivel nacional, si se somete o no a la ratificación de mandato.

Entonces, ¿dónde quedó aquello de que “si el pueblo pone, el pueblo quita”? ¿Dónde queda el compromiso asumido en Acatlán de Juárez? ¿Dónde queda aquello de que “seré el primer gobernador que se someterá a ratificación de mandato a la mitad de sexenio”? ¿Por qué su promesa queda supeditada a una reforma federal? ¿Será que el escenario ya no será fácil de moldear a modo como cuando fue presidente de Tlajomulco y Guadalajara? ¿Será que no es lo mismo manipular un proceso municipal que uno estatal? ¿Será que teme ser reprobado y se vea obligado a dejar el gobierno o cuando menos ser exhibido si no lo hace?

Publímetro publicó ayer que Alfaro ocupa el lugar número 16 con una aprobación de 32.3 por ciento, muy por debajo de su homólogo de Tabasco, que tiene 61.2 por ciento y con menos de dos meses en el cargo.

Auguro, pues, que Alfaro mandará al diablo la ratificación de mandato. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I